A tan solo un mes de su despegue, el telescopio James Webb, el más grande en toda la historia de la humanidad, ha llegado a su posición final.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos, mejor conocida como NASA, confirmó que la operación para ubicar al telescopio en su lugar final ha ido tal como se había planeado. De esta forma, el telescopio James Webb, el más grande de toda la historia, disparó los propulsores por unos cinco minutos para poder ponerse en órbita con el sol en el punto designada.
Cabe tener en cuenta que aunque los espejos deban estar alineados y los detectores tienen que enfriarse antes de comenzar con las observaciones en el mes de Junio, esta es una buena noticia para los controladores de vuelo.
«Estamos a un paso más cerca de descubrir los misterios del universo, y no puedo esperar para ver las primeras nuevas vistas de Webb del universo en este verano«, dijo Bill Nelson, administrador de NASA, según reportó el sitio de noticias Metro. Vale destacar que la importancia de este gran telescopio proviene de que permitirá que los astrónomos observen sucesos que han pasado en el pasado mejor que nunca. De hecho, les permitirá llegar a observar los momentos en que las primeras estrellas y galaxias se estaban formando hace más de 13.000 millones de años.
Además de permitirles observar la formación de estrellas y galaxias, el telescopio también puede buscar por señales de vida en diferentes puntos del universo. El James Webb se caracteriza por estar enchapado en oro y siempre da de cara con el lado nocturno de la tierra, con la finalidad de mantener los detectores tan fríos como sea posible.
Hasta el momento, la misión del telescopio James Webb ha sido un éxito total desde el momento del lanzamiento. De hecho, gracias a ese éxito es que se logró prolongar la «vida científica» del mismo a más de diez años.