Enormes cantidades de piedra pómez han emergido alrededor de las costas más al sur de Japón logrando imágenes realmente increíbles. El suceso tiene lugar meses después de la erupción de Fukutoku-okanoba, un volcán submarino que registró actividad el pasado 12 de agosto. En aquel entonces, uno de los satélites de la NASA capturó una imagen de la enorme columna de gas y vapor inusualmente grande que se extendía 11 millas en el aire. Varios vuelos de Philippines Airlines fueron cancelados para evitar que las cenizas dañen los motores a reacción de los aviones. Fue una hazaña impresionante de la naturaleza y un poco disruptiva, ahora dicho acontecimiento vuelve a ser noticia debido a la imponente columna de piedra pómez que ha generado.
Fukutoku-Okanoba es un volcán submarino que es parte de las Islas Volcánicas en las Islas Bonin de Japón. Está situado a 5 kilómetros al noreste de la isla de Iwo Jima del sur. Este volcán submarino activo se encuentra a unos 80 pies bajo la superficie del Océano Pacífico y 621 millas al sur de Tokio. El 17 de agosto, unos cinco días después de su erupción, otra imagen de satélite logró identificar grandes balsas de piedra pómez flotando alrededor de la caldera del volcán. Las mismas siguieron flotando hasta que, a finales de octubre, aparecieron en las costas de Japón, generando un fenómeno pocas veces visto en la zona.
Según se ha indicado desde el Programa Global de Vulcanismo, la piedra pómez llegó primero a la isla de Kitadaito el 8 de octubre y luego se dirigió a la prefectura de Okinawa, así como a varios puertos de la prefectura de Kagoshima en la parte sur de la isla de Kyushu. Cabe destacar que la piedra pómez es una roca muy porosa que se forma, comunmente, durante erupciones volcánicas explosivas.
Conocida técnicamente como ‘pumita’, como comentamos anteriormente, se trata de una roca ígnea volcánica vítrea, cuya tonalidad se destaca entre la gama de los colores blanco, amarillento o gris. La piedra pómez flota en el agua y, según ha expresado el Observatorio de la Tierra de la NASA, estas «balsas de roca pueden flotar en el océano durante meses o incluso años». La presencia de toneladas de piedra pómez del volcán Fukutoku-okanoba flotando han causado estragos en la región.
El periódico The Guardian reportó que la situación ocasionó obstrucción de 16 puertos pesqueros en Okinawa y Kagoshima y playas, mató a la vida silvestre marina, dañó botes y motores e interrumpió gravemente la industria pesquera. Es precisamente por los efectos anteriormente mencionados que las autoridades locales han comenzado a limpiar las decenas de toneladas de piedra pómez con excavadoras. No obstante, esperan que la operación de limpieza lleve semanas.