El Gobierno de Japón anunció esta semana que permitirá desde este mes de mayo la entrada limitada de turistas procedentes de cuatro países para probar sus medidas de prevención de contagios de Covid-19. Se trata de una iniciativa que supone un paso más en la flexibilización de sus controles fronterizos, siendo que Japón mantiene sus fronteras cerradas a visitantes de todo el mundo desde el inicio de la pandemia en 2020.
Hasta hace unos meses, Japón también prohibía la entrada de personas con nuevos visados de estudios, de trabajo y viajes de negocios, en el marco de su estrategia para evitar la propagación del coronavirus y de su variante ómicron. Actualmente, se permite la entrada en su territorio de 10.000 viajeros por día, entre las que se incluyen ciudadanos nipones y residentes extranjeros y nuevos residentes con los antes citados visados o visitantes de negocio.
A partir de ahora, de acuerdo a lo indicado, grupos reducidos de viajeros de Estados Unidos, Australia, Tailandia y Singapur podrán acceder al país desde este mismo mes en tours organizados y bajo la estricta vigilancia de las autoridades niponas.
Lo cierto es que, de todas formas, comprende una entrada limitada: únicamente se permitirá el ingreso de viajeros inoculados con las tres dosis de la vacuna, y que visitarán zonas delimitadas por las autoridades locales y donde no se estén registrando un número elevado de contagios, explicó el ministro nipón del ramo, Tetsuo Saito.
De esta manera, según anunció este martes el Ministerio de Territorio, Infraestructura, Transporte y Turismo, el proyecto piloto permitirá «analizar la seguridad» en las zonas visitadas por los viajeros extranjeros, los posibles contagios que se registren entre ellos y el cumplimiento de las medidas y recomendaciones anticontagios vigentes en Japón.
Las autoridades niponas esperan que la reapertura parcial y experimental de sus fronteras les permita evaluar la eficacia de sus medidas sanitarias y elaborar nuevas recomendaciones de cara a un futuro regreso de los turistas de todo el mundo. Las autoridades japonesas destacaron la «extrema importancia» del turismo internacional para la economía japonesa «y para la revitalización de las economías regionales».