El ingenio y talento de los estudiantes nunca dejan de sorprender, y un claro ejemplo es Rosvel Emir, un joven mexicano que logró construir su propio automóvil utilizando únicamente materiales reciclados que tenía disponibles en su hogar. Su impresionante logro ha capturado la atención de los internautas, demostrando el potencial creativo y la determinación de la juventud.
Las historias virales de personas que utilizan desechos para crear proyectos impresionantes siguen cautivando a la gente con su creatividad. Desde el indigente que construyó una casa de dos pisos con cartón hasta el padre que fabricó una andadera con tubos de PVC y latas de leche, estas historias son testimonio del ingenio humano.
En esta ocasión, queremos compartir la historia de un estudiante mexicano de tan solo 16 años, quien tuvo la brillante idea de construir su propio vehículo utilizando materiales reciclados. Con la ayuda de su padre, dedicó dos meses de arduo trabajo para lograr su increíble creación.
Rosvel Emir Cruz Herrera, un estudiante de 16 años del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) en El Fuerte, Sinaloa, México, se destacó por su talento y creatividad. Como miembro del grupo 312 de informática, trabajó junto a su padre para construir su propio vehículo y así poder llegar a su escuela diariamente desde la comunidad de Los Ayones, ubicada a 3 kilómetros de distancia.
En una entrevista realizada el 18 de noviembre de 2022 por el canal de YouTube ‘LINK Sinaloa’, el joven estudiante compartió que la idea surgió después de ver videotutoriales en las redes sociales.
“Yo estaba en Facebook y me salían fotos de carritos, también en YouTube. Entonces pensé que podía hacer uno, así que con los materiales que tenía en mi casa lo formé. Tenía una cuatrimoto pequeña y las herramientas, me guíe de los videos que aparecían en Facebook y me iban gustando para implementarlos en el mío”.
Lo más increíble es que Rosvel junto a su padre hicieron el carrito reciclando desechos, pues el joven utilizó las partes de una cuatrimoto, de una motocicleta y de una lavadora. Incluso recurrió a piezas de fierro que ya no utilizaba en su casa.
“Tiene la suspensión delantera y los brazos de dirección de la cuatrimoto pequeña, la orquilla trasera también es de la cuatrimoto. El motor es de una moto y ya lo demás es de pura tubería que fuimos haciendo. El tanque del combustible es de una bomba de presión de agua, pero la entrada y la salida [para el combustible] es del taque de otra moto. Tiene freno, acelerador, clutch y palanca de velocidades, mientras que el volante es una cadena a la que le dimos forma redonda con una cubeta. El piso es la lámina de una lavadora y el asiento me lo regaló un tío”.
Después de dos meses de arduo trabajo, el estudiante del CONALEP logró completar su vehículo y realizó dos semanas de pruebas antes de sentirse seguro para utilizarlo como medio de transporte hacia su escuela. En su entrevista con ‘LINK Sinaloa’, reveló que no presta su vehículo a sus compañeros de clase debido al temor de que lo dañen o no sepan manejarlo adecuadamente, lo que podría resultar en lesiones.
Una ventaja destacada de su automóvil hecho con materiales reciclados es el ahorro de dinero. Rosvel compartió que gasta alrededor de 100 pesos semanales en gasolina (aproximadamente cinco dólares), ya que el motor de motocicleta con el que cuenta tiene un rendimiento similar.
Finalmente, el joven mexicano comentó que gracias a la publicación que hizo la escuela de su vehículo, su caso se viralizó en Facebook, logrando así varios comentarios positivos y negativos, a los que agradece porque lo ayudan a mejorar.
“Los del plantel tenían rato pidiéndome la foto, pero yo no quería porque no me gustan las cámaras ni nada de eso. Luego me empezaron a llegar mensajes y las publicaciones al respecto aumentaron mucho. Yo creo que me falta mucho [para terminar su vehículo], de todo lo que le quiero hacer está lista en un 70 por ciento y reconozco que hay opiniones encontradas sobre mi proyecto, pero voy a seguir trabajando en él para que sea perfecto y seguro. Agradezco los buenos comentarios y los malos, porque de ellos puedo aprender. Tengo 16 años y todavía tengo tiempo para perfeccionar y crear”.