Según indican los profesionales, gracias a la labor de los aviones como herramienta para medir condiciones meteorológicas, durante un día normal de vuelos es posible identificar y emitir un número aproximado de 230.000 observaciones.
Parte de los criterios evaluados o reportados consisten en la medición de la temperatura, la humedad y el viento. Pero la aparición y repentina propagación del coronavirus (COVID-19) ha provocado una dramática disminución en la cantidad de los vuelos.
Esto, por lo tanto, podría afectar de manera directa a la calidad de los informes y pronósticos del tiempo debido a la escasa cantidad de los datos disponibles.
A partir de un análisis desarrollado por Cindy Fernández, comunicadora meteorológica y redactora en Meteored Argentina, «para el 23 de marzo en Europa hubo una reducción del 65% en los informes recibidos de aeronaves, en comparación con el 3 de marzo. A nivel mundial, esa reducción fue de alrededor del 42% y se espera que ese número se incremente en las próximas semanas«.
La importancia de estos datos está en que alimentan a los modelos de pronóstico numérico, sobre los cuales se construyen los pronósticos meteorológicos. La función de las observaciones meteorológicas es darle a los modelos numéricos las indicaciones desde donde partir a calcular la evolución de la atmósfera. Cuanto más datos se incorporen, menos suposiciones se harán en la elaboración del pronóstico y mejor será el resultado.
Cindy Fernández
De igual forma, cabe destacar que las mediciones y relevamientos obtenidos a partir de los aviones no son los únicos con los que se cuenta a la hora de sumar información alusiva al estado del tiempo: «Según la Organización Meteorológica Mundial sobre tierra existen alrededor de 10.000 estaciones meteorológicas, automáticas o dotadas de personal, que envían datos continuamente. Además hay 1.000 estaciones en altitud (en terreno elevado) y cientos de radares meteorológicos para asegurar la mayor cobertura en continente«.
Además, habrá que considerar la información pertinente que surge desde desde el océano y la cantidad de datos obtenidos a partir de la existencia de 7.000 buques, 100 boyas fondeadas y 1.000 boyas que se encuentran situadas a la deriva. También existen más de 60 satélites en el espacio, que de forma remota realizan mediciones que se incorporan a la red mundial de observaciones meteorológicas e hidrológicas.
Aún así, los datos más relevante resultan ser los obtenidos por los aviones en vuelo, considerando el significante volumen de mediciones meteorológicas que son capaces de hacer. Algo que, a juzgar por los especialistas, ocasionará modificaciones y/o alteraciones en lo que respecta a la calidad de los informes o pronósticos meteorológicos.
Coronavirus: cada vez hay más aviones en tierra y no alcanza el espacio para estacionarlos
En medio de esta pandemia, comienzan a surgir nuevos dilemas y desafíos para la industria del turismo. Por un lado, las aerolíneas debieron enfrentar una cancelación masiva de vuelos alrededor de todo el mundo.
Pero este no es el único problema. Además de las incalculables pérdidas económicas para la industria ahora también hay otra cuestión: dónde estacionar los aviones que van quedando en tierra.
Ahora, las aerolíneas están dejando miles de aviones en tierra por la falta de pasajeros y ahora se enfrentan a un nuevo problema: encontrar un lugar para aparcarlos.
El número de aviones estacionados se ha duplicado a más de 6.000 desde el comienzos del año y se espera que haya más en las próximas semanas, a medida que compañías como la australiana Qantas y Singapore Airlines recortan los programas de vuelo. Continuar leyendo…
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