La Guajira es uno de los 32 departamentos en los que se divide Colombia, y también uno de sus destinos más curiosos. ¿Por qué? Lo loco de este territorio es que en un abrir y cerrar de ojos pasas de estar en la selva tropical a estar en un desierto rodeado de cactus.
Este mágico lugar está situado al noreste del país y pertenece al grupo de departamentos de la Región caribe colombiana. Cuesta llegar, las rutas son bastante malas, el transporte puede ser por barco o con algún vehículo resistente. Los alojamientos que hay en La Guajira tampoco son de lo mejor si es que te gusta la comodidad, pero si estas con ganas de disfrutar de naturaleza en estado puro, sin dudas, es el lugar indicado.
Una de las opciones para recorrer cada uno de los increíbles lugares de La Guajira es parar en su capital: Riohacha, una ciudad bastante grande pero con poco por ver, de ahí podés hacer todas las excursiones. De lo mejor para visitar, es el Cabo de La Vela. El territorio de los wayuu, un pueblo nómada que vive hace siglos de la ganadería del lugar, del gran desierto de la Alta Guajira. Este rústico pueblo solo dispone de electricidad de generadores y no tiene ni teléfono fijo, Internet ni ninguna otra clase de distracciones, acá sólo vas a encontrar paz y desconectarte de todo.
Otra parada, en el extremo norte de La Guajira, con unas cuantas horas de viaje es Punta Gallinas y El Parque Nacional Macuira. En este lugar si que hay pocos lugares donde dormir, pero se trata de una belleza natural impactante. Un escenario con mesetas y acantilados rocosos, con dunas que alcanzan los 60 metros y se alzan justo a la orilla del mar. Algo precioso y único que vale la pena conocer.
