Lo que parecía una inspección de rutina se convirtió en una pesadilla en altamar. La Guardia Costera de Florida abordó una embarcación que a simple vista no tenía nada fuera de lo común. Pero al revisar el interior, se toparon con un hallazgo aterrador: más de 20 personas hacinadas, sin agua ni comida, luchando por sobrevivir.

El descubrimiento dejó a las autoridades en shock y destapó una red de tráfico de migrantes que opera en aguas estadounidenses. Las condiciones en las que se encontraban los pasajeros eran inhumanas, con altas temperaturas, falta de oxígeno y un ambiente insalubre.

Las investigaciones siguen en curso, pero este caso es una prueba más del riesgo extremo que enfrentan quienes intentan llegar a EE.UU. a través de rutas ilegales, poniendo sus vidas en manos de traficantes sin escrúpulos.