Cada año, durante esta época, la cascada Horsetail del Parque Nacional Yosemite, en Estados Unidos se convierte en una gran atracción para el turismo. Y es que la «cascada de fuego» les regala a los visitantes imágenes impresionantes.
Durante algunos días de febrero, el sol proyecta un fino rayo de luz sobre una catarata de agua creando un espectacular efecto luminoso como si fuese lava ardiente.
El caudal de la cascada ‘Horsetail Fall’ en Yosemite se inunda de colores volcánicos, creando una ilusión óptica única que atrae a decenas de fotógrafos de todo el mundo.
Lo cierto es que tantos turistas se acercan a ver este fenómeno, que el año pasado el Servicio de Parques Nacionales tuvo que incorporar un sistema de control para el acceso de los vehículos.
El color rojizo del agua y el vapor que produce este fenómeno óptico llevó a popularizar el nombre de Firefall, es decir, «caída o salto de fuego».
Las fotos son increíbles, pero vivir este espectáculo de la naturaleza en persona es una experiencia indescriptible.
El Parque Nacional Yosemite está a más de 300 kilómetros de San Francisco y cada año recibe más de cuatro millones de visitantes.
El Parque Nacional Yosemite inauguró una atracción icónica después de varios años: Mariposa Grove
Una de las atracciones más emblemáticas del Parque Nacional Yosemite, el quinto parque más visitado de Estados Unidos, reabrió sus puertas a los visitantes después de casi tres años.
Yosemite’s Mariposa Grove de sequoias gigantes (uno de los lugares más bellos del parque) está recibiendo visitantes por primera vez en años después de estar fuera de los límites debido a “un proyecto histórico para proteger los árboles antiguos y restablecer la serenidad natural de la zona”.