Todo comenzó como una simple coincidencia de nombres, pero terminó en una historia de amor digna de los cuentos más inusuales. Joel Burger y Ashley King, una pareja de Illinois, jamás imaginaron que sus apellidos los convertirían en protagonistas de una boda patrocinada por la famosa cadena de comida rápida Burger King.
La historia despegó en octubre, cuando la pareja anunció su compromiso y, con humor, decidió posar frente a un letrero de Burger King. La imagen llamó la atención del periodista Dave Bakke, quien publicó un artículo sobre ellos en el State Journal-Register. El revuelo llegó hasta las oficinas de la marca, que no dudó en buscar a la pareja por redes sociales, publicando un mensaje lleno de asombro: «¿Sr. Burger y Sra. King? ¿Es esto real? Por favor, ayúdennos a encontrar a esta increíble pareja.»
El impacto fue inmediato. Burger King contactó a Joel y Ashley y los invitó a una llamada por Skype que cambiaría sus vidas. Durante la conversación, la empresa les dio una sorpresa inolvidable: correrían con todos los gastos de su boda.
La pareja, entre risas y emoción, recordó cómo sus apellidos los unieron desde el colegio. En quinto grado, un orador motivacional los presentó como «Burger King», desatando las carcajadas de sus compañeros. Años después, esa broma tomó un giro inesperado cuando su historia de amor culminó con la propuesta de matrimonio: un momento íntimo en el que Joel, a bordo de su barco, le pidió a Ashley que fuera su esposa.
Con la boda planeada para julio, Burger King tiene un mensaje para ellos: «Felicidades, Joel y Ashley, por enamorarse.» Una historia que demuestra que el amor, y un poco de humor, pueden conquistar hasta los corazones más inesperados.
