El pasado 22 de noviembre, Disneyland París se transformó en un escenario digno de los cuentos más encantadores, cuando un manto de nieve cubrió el parque, sorprendiendo a visitantes y trabajadores por igual. La borrasca Caetano, responsable de las bajas temperaturas y nevadas en gran parte de Francia, convirtió al icónico parque temático en un paraíso invernal que parecía sacado directamente de un sueño.
Las imágenes del castillo de La Bella Durmiente cubierto de blanco rápidamente inundaron las redes sociales, cautivando a fanáticos de todo el mundo. Calles, jardines y atracciones lucían una capa de nieve que hizo las delicias de familias y parejas que no dudaron en capturar fotografías únicas. Los más pequeños disfrutaron de juegos improvisados con bolas de nieve, mientras sus risas se mezclaban con la música mágica que caracteriza a Disneyland.
Aunque la región de Île-de-France registró entre 1 y 3 centímetros de nieve, algunas zonas cercanas alcanzaron hasta 10 centímetros de acumulación, un fenómeno poco común para esta época del año. En Disneyland, el temporal no solo añadió un toque especial a la experiencia, sino que potenció el espíritu navideño que ya se respira en el parque.
A pesar de las bajas temperaturas, los visitantes abrazaron el frío con entusiasmo, disfrutando de un día irrepetible. La nieve, lejos de ser un inconveniente, realzó la atmósfera de fantasía del parque, demostrando que Disneyland París es un lugar donde cualquier fenómeno meteorológico puede convertirse en un aliado para crear momentos mágicos.
Este día será difícil de olvidar para quienes tuvieron la fortuna de vivirlo. La combinación de naturaleza y magia recordó a todos que Disneyland París siempre encuentra una forma de sorprender y emocionar. La nieve, pasajera y caprichosa, dejó una estampa que permanecerá en la memoria de quienes visitaron el parque y en las imágenes que recorren el mundo como testimonio de que los cuentos de hadas, a veces, se hacen realidad.