En medio de su recorrido habitual por la costa occidental de Noruega,un grupo de buzos encontró una misteriosa burbuja de un metro de ancho en la profundidad del océano. Si bien a simple vista parece una burbuja común y corriente, translúcida y sin rasgos distintivos, en su interior una extraña mancha negra llamó la atención de los exploradores.
Tras el hallazgo, un grupo de científicos decidió llevar adelante una investigación de este fenómeno. Con tan solo 100 apariciones registradas desde 1985 y con muy poca información al respecto, se avanzó con un análisis de ADN para conocer algunos detalles de su composición. El estudio, publicado el pasado 30 de marzo en la revista Scientific Reports, detalló que cada burbuja posee cerca de mil huevos de calamar.
Los calamares que se encuentran dentro de esta burbuja son los conocidos como Illex Coidentii, una especie común de este animal. Sin embargo, aquello que concluyó el estudio de este fenómeno es que, si bien se tienen registros de cómo es la reproducción de estos animales, son muy pocas las veces que se han podido ver estas burbujas.
Las mismas, conforme a lo que detalla el informe, son creadas por las hembras para proteger a sus crías de depredadores y mantenerlas a flote. A raíz de este hallazgo es que se impulsó una campaña para obtener muestras de estas esferas con el objetivo de descubrir un poco más su funcionamiento. No obstante, no se ha podido determinar si todos los embriones pertenecen a la misma especie de calamares. Por otro lado y en cuanto a la mancha negra dentro de ella, se debería a “liberación de tinta al momento de fertilizar los óvulos”.