Se trata de la misión DART de la NASA, la misma es una sonda del tamaño de un electrodoméstico que se inmolará y tratará de desviar un asteroide de 160 metros de diámetro.
Según Tom Statler, el científico a cargo de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA , «será el primer intento de la humanidad de desviar un cuerpo celeste. Un momento histórico para todo el mundo».
Si bien el asteroide no representa una amenaza para la vida en la Tierra, los científicos de la NASA desean probar la última tecnología disponible para desviar un objeto potencialmente peligroso con dirección directa hacia nosotros.
Si todo sale tal como lo planean los científicos de la NASA desde hace 8 años, DART impactará en la pequeña luna asteroide Dimorphos, que orbita a un compañero más grande, Didymos, en un sistema de asteroides binarios para cambiar su período orbital. Lo que los expertos llaman impacto cinético. Los dos cuerpos están situados a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que no representan ninguna amenaza concreta para nuestro planeta. Pero la NASA ha enfatizado la importancia de planificar ahora, para prepararse para un escenario aterrador en el futuro.
La sonda impactará primero contra el cuerpo más pequeño y enviará datos, fotografías y detalles hasta el momento del impacto, en el medio de una transmisión en vivo y en directo llevada a cabo por la NASA.
El fenómeno espacial se podrá ver a través del canal oficial de YouTube de la NASA y por al página oficial.
Sin embargo, a pesar de los datos calculados por los ingenieros y científicos de la NASA, todavía no hay un panorama claro sobre el efecto que pueda causar el impacto.
Según investigadores estadounidenses, el choque puede generar un escenario alarmante: el objeto «podría empezar a tambalearse y entrar en un estado caótico» de consecuencias imprevisibles.
Uno de los ejemplos más claros es el meteorito Chelyabinsk, el cual explotó el 2013 en Rusia y dejó ciento de heridos y millones de euros en gastos materiales.