La pandemia actual ha puesto en tela de juicio el futuro de los viajes internacionales, ya que los países han tomado medidas drásticas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. En la mayoría de los casos, eso ha significado cerrar fronteras e imponer cuarentenas de 14 días a los viajeros entrantes.
Y en este contexto, las islas Fiji, cuya economía depende en gran medida del turismo internacional, ha decidido crear una «burbuja turística exclusiva» en esta zona del Pacífico para recibir a viajeros de Australia y Nueva Zelanda , cuyos habitantes eran sus principales clientes antes de la pandemia.
La «burbuja Bula» (que significa «hola» en fijiano) ofrecerá a los turistas de estos países una zona VIP al descender del avión y transportarlos a una playa aislada. «La ‘burbuja Bula’ permitirá a australianos y neozelandeses disfrutar de lo mejor que Fiji ofrece, manteniéndose alejados de otros viajeros y de la población», afirmó el primer ministro fijiano, Frank Bainimarama.
De la misma manera, Nueva Zelanda y Australia también están considerando una “burbuja de viaje” entre las ambas naciones, una solución que permitiría que el turismo vuelva a renacer, a un ritmo lento, mientras se mantiene un alto nivel de control.
La “burbuja de viaje” o “corredor de viaje” entre Australia y Nueva Zelanda permitiría los viajes internacionales entre los dos países, pero restringiría el turismo desde cualquier otro lugar.
Los australianos representan casi el 40 por ciento de la población turística entrante de Nueva Zelanda, y los neozelandeses representan el 15 por ciento de los visitantes internacionales de Australia.
Tanto Australia como Nueva Zelanda recibieron reconocimiento mundial por la forma en que manejaron el brote de coronavirus. Ambos países cerraron sus fronteras a los viajeros internacionales en marzo.
“Debido a que ambos países están en caminos similares en términos de control del virus, parece cada vez más posible que podamos formar una ‘burbuja’ a través del mar de Tasmania, aunque reconocemos que será un desafío único crear una frontera segura“, señaló Chris Roberts, director ejecutivo de un grupo representativo de la industria del turismo de Nueva Zelanda.
Los expertos creen que este acuerdo “burbuja” probablemente se lanzará en agosto, justo a tiempo para la temporada de esquí de Nueva Zelanda, pero la idea aún está en su etapa inicial.
Más medidas de salud incluyen pruebas, controles de aduanas e inmigración y reglas de cuarentena. Si bien los parámetros exactos del plan aún no se han resuelto, podría resultar ser un modelo para el resto del mundo a medida que emergen de la pandemia y tratan de navegar cuidadosamente por las aguas del turismo internacional.