Cuando se habla del Monte Everest, uno generalmente se centra en los riesgos de escalarlo, pero nunca se nombra el problema que generan las heces que los escaladores dejan a lo largo del camino.
Según un informe de The Washington Post en 2015, los sherpas -pobladores de las regiones montañosas de Nepal- cada temporada eliminan alrededor de 12.000 kilos de excremento humano del Everest. Un informe de la BBC extraído de una declaración de las autoridades tibetanas respalda estos hallazgos, revelando que tres operaciones de limpieza en la primavera pasada dieron como resultado la recolección de ocho toneladas de desechos, incluido el equipo de montañismo dejado por los escaladores y un montón de basura.
Por esta razón, según un anuncio de Ci Luo, director de la Asociación China de Montañismo, reportado por Fodor’s Travel, los escaladores ahora deberán llevar todos sus propios desechos de la montaña, incluidas sus propias heces.
Debido a que el frío y la elevación en la montaña evitan que las heces se degraden, terminan depositándose en el agua y contaminando el agua potable local.
El acceso al campamento base del Everest se encuentra restringido hasta que se limpien los cuerpos humanos y la basura
El campamento base en el lado chino del Everest se encuentra oficialmente cerrado para los visitantes que no cuentan con los permisos adecuados para escalar. La gente aún puede visitar el monasterio de Rongbuk justo debajo del campamento base, pero no podrá llegar al campamento base.
La nueva medida se implementó con la idea de poder reducir la cantidad de basura que los visitantes dejan abandonada en la montaña. Continuar leyendo…