Las playas de Río de Janeiro, desiertas por el avance del coronavirus en Brasil

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Redactor
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Impactante: nunca vimos las playas de Río de Janeiro tan vacías. Las autoridades brasileñas prohibieron el acceso a las playas, entre ellas las famosas Copacabana e Ipanema, con el objetivo de frenar la propagación del coronavirus.

La ciudad carioca está desde el lunes en estado de emergencia con todos los eventos públicos cancelados, aulas en escuelas y universidades suspendidas, restaurantes y bares con servicio restringido y sus principales atracciones turísticas cerradas.

La medida es para evitar aglomeraciones que puedan incidir en una expansión de los contagios de coronavirus. 

Vista aérea de las playas, sin gente. (Foto: EFE).

Los Cuerpo de Bomberos recorrieron las avenidas costaneras en vehículos equipados con altavoces por los que transmitieron mensajes pidiendo a los bañistas volver a sus casas. 

El boletín diario del Ministerio de Salud de Brasil reportó que el número de fallecidos por la COVID-19 ascendió a 25 personas este domingo, mientras que el de casos confirmados subió de 1.128 a 1.546.

Sao Paulo, el estado más poblado y más afectado por la enfermedad, contabiliza 631 casos, frente a las 459 del sábado, y 22 de las 25 muertes. Las otras tres muertes se registraron en Río de Janeiro, que ha registrado 186 casos confirmados.

La policía vigila los espacios públicos. (Foto: EFE).

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En Barcelona todas las noches a las 20hs aplausos de agradecimiento suenan en cada rincón de la ciudad

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Ocurre todas las noches a las 8 p.m. Comienza suavemente, como un distante trueno, y el ruido se hace más fuerte a medida que resuena por la ciudad. Es el sonido de decenas de miles de manos aplaudiendo al unísono dando su ovación a los trabajadores de la salud de la ciudad desde los balcones, como forma de agradecimiento a la lucha y esfuerzo diario.

El mismo sonido se puede escuchar a través de Madrid. Y Sevilla. Y en muchas de las ciudades de España por ahora, incluso en Latinoamérica.

Todas las noches, sin falta, a las 8 en punto. Para muchos es el momento de solidaridad e incluso de unión humana, a la distancia, pero que permite salir del teléfono y televisión para volverlo real. Como era antes, hace apenas una semana. Continuar leyendo…

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