Sin dudas, Marruecos te enamora a primera vista: la riqueza de sus paisajes, su fascinante arquitectura, el colorido y el exotismo que respira lo convierten en un escenario ideal para un viaje inolvidable.
Y es que este destino lo tiene todo. Desde las dunas del desierto del Sahara, hasta el encantador pueblo azul de Chefchaouen y los arcos rojos de Legzira, sin dudas, en Marruecos tendrás una gran variedad de opciones para elegir.
Aquí te contamos algunas de las mejores cosas que no puedes dejar de hacer en Marruecos:
1. Alojarse en un riad en Marrakech
Dentro de los muchos tesoros que esconde Marruecos, se encuentran los riads, que significan jardín o edén. Estas construcciones están exquisitamente decoradas y muchas de ellas enfocadas como alojamientos turísticos. Su característica principal es que están organizadas en torno a un patio central con una fuente o una pequeña alberca, al que se asoman las habitaciones de los huéspedes.
Por eso, si estás pensando en viajar a Marruecos, a la hora de buscar alojamiento tenés la gran oportunidad de disfrutar del ambiente más típico de un país tan exótico como Marruecos: un riad.
¿Por qué alojarse en un Riad en Marruecos es la mejor opción?
- Porque es como estar en un palacio.
- Porque generalmente los riads, a diferencia de los hoteles, cuentan con pocas habitaciones y esto permite la atención personalizada de los propietarios y el personal.
- Otra razón para escoger un riad como alojamiento, es la comida. La mayoría de los riads son tan conocidos por sus restaurantes como por su belleza. Y Marrakech, tiene fama mundial por sus restaurantes.
- Y por último, después del caos y la locura de la medina de Marrakech, no hay nada como entrar en el tranquilo oasis de un riad.
Si querés alojarte en un auténtico oasis, aquí te mostramos algunas opciones para tu próximo viaje a Marruecos.
2. Conoce Chefchaouen, también conocido como el pueblo azul de Marruecos
Esta ciudad de casas azules es una de las más bellas de Marruecos, por eso es un destino irresistible para un buen número de fotógrafos y artistas.
Chefchaouen o Chaouen, también denominada “La perla del norte”, es una ciudad de cautivadora belleza, a lo que contribuye su arquitectura de diseño popular mediterráneo, con los azules y añiles de sus puertas centenarias y los blancos añilados de las paredes, cubiertas con capas de cal.
Los lugareños de Chaouen pintan las paredes y los suelos de las casas varias veces al año, e incluso pintan el suelo de las calles, coincidiendo con los cambios de estación y las celebraciones anuales. La intención de este ritual es purificar, higienizar, aportar frescor y ahuyentar a los insectos.
Chaouen ha sido la inspiración para muchos pintores como Eugéne Delacroix, Maria Fortuny y Henri Matisse. Sin duda estamos ante una de las ciudades más bonitas de todo Marruecos y también más fotogénicas.
Chefchaouen se encuentra a unos 60 km al sur de Tánger y la mejor forma de llegar es desde la cercana ciudad de Ceuta, situada a poco más de 100 kilómetros al norte.
Hay frecuentes autobuses desde Fez, Tetuán y también desde Casablanca, de Casablanca, Meknes, Tánger y Ceuta. Los autobuses locales que realizan la ruta desde Fez a Tetuán y Tánger hacen una parada en Derdara (8 km), donde podrás tomar un taxi por unos 5 Dh.
3. Fez, la gran Medina de Marruecos
Fez es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con la vieja ciudad amurallada de Jerusalén. Es la primera de las ciudades imperiales de Marruecos, ya que se remonta al siglo VIII. Es también pionera en el culto musulmán de Marruecos y posee una de las universidades más antiguas del mundo.
Aunque Fes ha sabido adaptarse a la vida moderna, también conserva sus tradiciones y uno de los estilos de vida más auténticos de Marruecos, cosa que se respira en cada una de sus calles.
La curtiduría de la medina mantiene las características y técnicas de fabricación desde la Edad Media. Los hombres caminan por pasillos estrechos entre las enormes cubas de lejía y tintes de colores. Los edificios frente a la curtiduría están cubiertos con pieles que cuelgan para ser secados.
Fez es una de las ciudades más atractivas con una cultura viva e influyente, además de ser reconocida por ser la capital espiritual de Marruecos.
4. Essaouira, la bella ciudad del viento
Se trata de destino costero más popular entre los viajeros. Su playa, de gran belleza, se extiende varios kilómetros hacia el sur. Los que prefieran una localidad tranquila al regateo y a los empujones propios de las grandes urbes, se enamorarán de Essaouira.
Los fuertes de la ciudad vieja son una mezcla de arquitectura militar portuguesa, francesa y bereber, y su solidez le confiere un poderoso misticismo. La Skala du Port cuenta con buenas vistas; y aquí Orson Welles rodó parte de su versión de Othello.
5. Meknes, la ciudad imperial desconocida
Mientras Meknes es una ciudad imperial con una gran cantidad de monumentos históricos y sitios naturales, tiene más de 40 km de imponentes murallas defensivas y muchas mezquitas y es por eso que es llamada la “Ciudad de los cientos alminares” es también la ciudad más cercana a las ruinas romanas de Volubilis (Oualili).
Los precios en Meknes se encuentran entre los más razonables de Marruecos y la gente es mucho más amable que en otras ciudades del país. Dentro de las ciudades imperiales es la menos visitada pero no por ello menos interesante.
6. El desierto de Merzouga
Merzouga es la perla del desierto del Sahara en Marruecos, una verdadera joya muy popular entre los turistas de todo el mundo. Se trata de un pequeño pueblo en el sureste de Marruecos, a unos 35 km de Rissani, unos 45 km de Erfoud, y unos 20 km de la frontera argelina.
Es conocida mundialmente por sus hermosos paisajes y la inmensidad de sus dunas, donde se pierde la vista. Es por eso que Merzouga es uno de los lugares ideales para admirar su puesta de sol, así como para contemplar un magnífico cielo estrellado o realizar experiencias de aventura 4×4 en Marruecos.
Lo cierto es que estas dunas cautivan a los visitantes por su inmensidad y por el color anaranjado de su arena. Algunas de estas bellas formaciones llegan a superar los 200 metros de altura y cambian de color dependiendo de la hora del día.
7. Rabat, capital de Marruecos y ciudad Imperial
Capital de Marruecos y cuarta ciudad imperial, esta ciudad es una curiosa mezcla de la tradición histórica del pasado y la modernidad establecida en el presente. Fue fundada por Abd al-Mumin en el siglo XII, y utilizó la kasbah (“fortaleza”) como base para luchar contra los españoles.
Fue durante este período cuando se construyeron sus edificios más emblemáticos, como pueden ser la torre Hassan y la Kasbah des Oudaias. Esta ciudad se convirtió en el bastión para los musulmanes expulsados de España a principios del siglo XVII.
8. Casablanca
Casablanca es el corazón cosmopolita, industrial y económico de Marruecos, y su ciudad más grande. El nombre de Casablanca está en las grandes ligas del arte y de la historia mundial.
En las listas de las mejores películas suele ocupar el primer puesto la cinta que lleva el nombre de esta ciudad de Marruecos. De todas las ciudades del mundo, Hollywood eligió Casablanca para inmortalizarla como el clásico enclave de sabor exótico y colonial.
Y en la Historia de la humanidad, esta ciudad tiene un gran peso porque aquí se realizó en 1943 la trascendental reunión entre Roosevelt y Churchill, en la que se decidió la invasión del Día D a Europa. Los servicios secretos de Hitler fueron engañados y creyeron que esta se llevaría a cabo en la Casa Blanca de Washington y no en la Casablanca, de Marruecos.
9. Las ruinas de Volubilis
No muy lejos de Meknes, se encuentran otros de los grandes atractivos de Marruecos: las ruinas arqueológicas de Volubilis. Marruecos tiene una de las más ricas historias y culturas del mundo, influenciado durante siglos por diversos pueblos. Entre ellos, los romanos, que extendieron su imperio a África.
Allí, los turistas pueden dar un paso atrás en el tiempo en las ruinas de dos mil años de Volubilis. Una vez fue una próspera ciudad romana, esta zona arqueológica evoca un fuerte sentir de los días en que el Imperio Romano tenía el control de esta parte de África.
10. Gargantas del Todra
Situadas en el lado este de las montañas del Alto Atlas de Marruecos, las gargantas del todra son reconocidas mundialmente por ser uno de los cañones rocosos más espectaculares.
Estas gargantas se encuentran a tan solo unos veinticinco kilómetros al norte de la ciudad de Tinghir, la carretera que conduce a las gargantas ofrece ofrece preciosos paisajes, como Assoul o Ighri así como una bella vista del majestuoso palmeral.
La Garganta del Todra es un lugar que goza de gran reputación entre los escaladores, sobre todo europeos (españoles y franceses en su mayoría), aunque en la actualidad se haya convertido en una enorme escuela. También vienen muchos turistas a refrescarse y disfrutar de los bellos paisajes de la zona.