Rumanía, uno de los países más poblados de Europa del Este, podría sorprenderte por sus paisajes idílicos, cascos antiguos, imponentes montañas, castillos emblemáticos, ciudades fortaleza y porque parece que allí, el tiempo se hubiese detenido en el medievo.
Transilvania posee legendarios castillos y ciudades fortaleza
La región de Transilvania es sin duda la más misteriosa de Rumania, a tan sólo dos horas de la capital Bucarest, se alza en el centro del país rodeada por los montes Cárpatos. Un lugar perfilado por abruptas montañas, extensas autopistas vacías, profundos valles y espesos bosques envueltos en el aura enigmática que le dio la leyenda de El Conde Drácula.
El Castillo de Bran, Poenari y la leyenda de Drácula
Aunque por siglos se ha dicho que Drácula vivió en el Castillo de Bran, esto es un error; o más bien, un error de marketing.
En realidad, la verdadera historia es así: El conde Drácula es un personaje ficticio creado por Bram Stoker, inspirado en un personaje histórico real llamado Vlad Tepes o Draculea; éste fue un príncipe de Valaquia del siglo XV que luchó contra la expansión de los otomanos y tenía sangrientas costumbres para con sus enemigos.
El verdadero Castillo de Drácula, o mejor dicho de Vlad Tepes, es el Castillo de Poenari. El acceso a este castillo es muy complicado, para llegar a él hay que atravesar un bosque durante media hora y subir una escalera de 1500 peldaños.
El Castillo de Bran, es otro muy distinto. De hecho, es uno de los castillos más imponentes del mundo, construido sobre un enorme roca que se alza verticalmente desde el suelo y que, junto con las torres, alcanza una altura de 200 metros.
El interior del Castillo de Bran es un laberinto de salas y pasadizos. Alberga 60 habitaciones, muchas de ellas conectadas por pasajes subterráneos. Los extensos jardines que lo rodean también son dignos de recorrer.
INFO ÚTIL:
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Ciudad fortificada de Rasnov
Entre las ciudades de Bran y Brasov encontramos una de las más fortalezas más antiguas y mejor conservadas de Rumania: la ciudadela medieval de Rasnov.
Los orígenes de la ciudadela de Rasnov se remontan al siglo XIII cuando los teutones construyeron la fortificación para protegerse de las invasiones tártaras. Más adelante, la fortaleza pasó a manos de los húngaros y, más tarde a los sajones, quienes la utilizaron como refugio para proteger a los habitantes de las aldeas de Transilvania de las invasiones de los otomanos.
Se distingue de otras ciudades amuralladas porque en su interior se edificó un núcleo urbano dónde se asentaba la población durante los largos asedios. A partir del siglo XVI, se construyeron casas, una escuela y una capilla, constituyendo un completo asentamiento medieval.
Dada su ubicación sobre una empinada colina rodeada de bosques tupidos y un notable sistema defensivo compuesto por nueve torres y un puente levadizo, la fortaleza se convirtió en un lugar impenetrable. Solo hacia 1612, Rasnov tuvo que rendirse y fue porque los invasores lograron cortar el suministro de agua de la fortaleza.
INFO ÚTIL
La entrada a esta noble fortaleza cuesta cerca de 3 euros y hay estacionamiento antes de ingresar al camino de ascenso.
Aproximadamente, tardarás diez minutos desde que dejas el coche en el aparcamiento.
Aquí te dejamos la página oficial de turismo de la ciudad de Rasnov.
Porque podrás viajar por la increíble ruta de Transfagarasan
Dicen que es una de las carreteras más bonitas del mundo, que se despliega por 90 kilómetros a través de curvas de todo tipo: horquillas, abiertas, ángulo recto y de doble radio. La prudencia dice que no puedes superar los 40 kilómetros por hora ya que además de tratarse de un camino sinuoso, estarás a más de 2.042 metros de altura atravesando túneles, viaductos, centenares de panorámicas zigzagueantes, laderas, valles, colinas, arroyos, cascadas y presas.
En 1968, el régimen de Nicolae Ceausescu, previendo una posible invasión de la Unión Soviética, construyó esta carretera ya que el dictador quería obtener un acceso para sus tropas por las montañas. Se usaron 6.000 toneladas de dinamita, miles de soldados y hubo 40 muertes oficiales durante su construcción.
ATENCIÓN
- El acceso permanece cerrado de octubre a junio por la gran cantidad de nieve que se concentra en diversos tramos.
- Visible desde la carretera, aparece el castillo de Poenari, el de la leyenda de Drácula.
- Las vacas suelen cruzarse de vez en cuando.
- Al costado de la ruta, hay puestos con productos típicos de la gastronomía rumana.
- Un poco más adelante, sale al paso la imponente presa Vidraru y su embalse.
- En este punto se comienza a ascender bordeando el lago Balea.
- A partir de allí, salen numerosas rutas aptas para el senderismo y el montañismo.
Para disfrutar de los deslumbrantes Montes Cárpatos
Precisamente el camino que serpentea a través de los Cárpatos es Transfagarasan, dejando al descubierto las cimas más altas de la cadena. La más imponente es Moldoveanu de 2.544 metros de altitud, conocida como el techo de Rumanía.
Los Cárpatos esconden paisajes naturales inolvidables, con tradiciones rurales muy arraigadas. También encontrarás una de las mayores concentraciones de osos y linces de Europa, mientras que la fauna y la flora son excepcionales.
Para bañarte en el Mar Negro y ser testigo de sus propiedades
Conocido por sus propiedades curativas debido a sus elevadas concentraciones de salinidad, el Mar Negro, es el lugar perfecto para descansar. De hecho, muchas personas acuden a estas costas para tratar enfermedades relacionadas al reuma, artrosis y artritis.
Las playas de Rumania, son tan extensas y tan tranquilas, que de seguro te va a cautivar este tipo de belleza.
Aquí mencionaremos sólo un puñado de las más de 270 playas que componen la costa del mar negro rumano.
Mamaia: tiene el Resort más grande de la zona y cuenta con 250 metros de ancho y alrededor de 7 kilómetros de largo.
Eforie Norte: es considerada un “sanatorio” para tratar enfermedades, los baños de lodo y las terapias de estrés son parte de este proceso de curación.
Neptuno: Tendrás además cafeterías a montones y un gran número de atracciones, así como veinte hoteles esparcidos entre los kilómetros de playa.
Olimpo: El nombre de Olimpo se le otorga gracias a la enorme meseta que se encuentra en el lugar.
Porque Bucarest era la París de Europa del Este
La capital de Rumania es un pasadizo a la historia, sigue redefiniéndose aún hoy, fusionando su rico pasado con una identidad moderna.
A primera vista, su arquitectura aturde, pero es una mezcla fascinante: aparecen construcciones bizantinas, iglesias muy antiguas y mansiones de estilo Art Nouveau.
Sin dudas Bucarest tiene una estrella, el edificio más pesado del mundo, El Parlamento. No puedes dejar de visitarlo.
Además la ciudad está envuelta en parques hermosos, como el Parque Herastrau Park, de 400 hectáreas. Este cuenta con un museo a cielo abierto que consiste en 300 construcciones tradicionales, incluyendo casas campesinas, cabañas de madera, iglesias y molinos; todos ellos transportados desde distintas ciudades de Rumania.
Y con todo esto que te mostramos, ¿no tienes ganas de armar tu croquis de viaje por Rumania?
