La montaña de Tibidabo es el pico más alto de la Sierra del Collserola, con unos 512 metros de altura, situado en la ciudad de Barcelona. Con una extensión de 17 km de largo y 6 km de ancho, esta sierra se encuentra situada entre los ríos Besós y Llobregat, y forma parte de la cordillera litoral catalana. En este post te mostraré 6 razones para visitar la montaña de Tibidabo, el lugar perfecto para admirar Barcelona.
Collserola es un magnífico paraje natural compuesto por una masa forestal de unos diez millones de árboles. Sobrepasando los 500 metros de altura, este sitio ofrece las mejores vistas de Barcelona y muchas alternativas de entretenimiento para toda la familia.
Para descubrir la primera relación de la montaña con la ciudad de Barcelona es necesario remontarse al año 1283, cuando el rey Pedro II «el Grande» (Pedro III de Aragón) señala a la montaña de Tibidabo como uno de los límites de la ciudad. Durante el periodo medieval se conoce como monte del Águila, pero no sería hasta el siglo XVI cuando los monjes residentes en el monasterio de San Jerónimo la llaman de la manera en la que se la conoce actualmente: Tibidabo, un término extraído del evangelio de San Mateo, formado por los vocablos tibi y dabo, que significan «te daré».
A juzgar por las fotografías que dan cuenta de lo maravilloso del lugar, parecería mentira creer que hasta no hace mucho se trataba de un lugar que pasaba bastante desapercibido entre los visitantes a la capital cosmopolita de la región de Cataluña, en España. A continuación, quisiera contarte por qué creo que es una propuesta increíble para incluir en tu itinerario de viaje barcelonés:
1. Un parque natural para vivir experiencias recónditas en una Barcelona apabullante
Como te comentaba anteriormente, aunque no lo creas, este inmenso espacio considerado actualmente uno de los parques naturales metropolitanos más grandes del mundo no siempre ha sido tan apreciado y visitado por los habitantes de la ciudad de Barcelona.
Una de las causas fundamentales era la lejanía y la falta de comunicación, que lo convirtieron hasta finales del siglo XIX en un espacio casi reservado a excursionistas, pastores o a los habitantes de las pocas construcciones que escondía su interior.
Hoy en día, debido a que se han consolidado otros sitios como propuestas turísticas más «memorables» para vivir en la ciudad, es posible encontrar un poco de esa intimidad o privacidad que resalta lo magnífico del lugar.
2. Un parque de diversiones demuestra que supone un gran plan para cualquier edad
La montaña de Tibidabo es un sitio que, con frecuencia, es asociado por los locales al entretenimiento y la diversión. Y es que, allí, se puede disfrutar ni más ni menos que del Parque de atracciones del Tibidabo, considerado como una de las experiencias más divertidas de la zona.
El parque de atracciones del Tibidabo fue inaugurado en octubre del año 1901, de manera tal que se ha consolidado como el parque de atracciones más antiguo del país y el segundo más antiguo de Europa. Entre las principales atracciones del parque se destaca la figura de un avión, que fue inaugurado en 1921 y se propulsa con su propia hélice.
También se puede visitar el Museo de autómatas con piezas de finales del siglo XIX y principios del XX. La oferta es bastante amplia y se puede pasar un día muy divertido.
3. El Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús: religión y vistas en un mismo lugar
La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús comprende un conjunto neogótico que se comenzó a construir en el año 1902. La edificación del templo consta de una cripta inferior y la iglesia, en un nivel superior.
Las mejores vistas de Barcelona te esperan desde este rincón de la ciudad: Una vez que subes unas escalinatas que te dirigen al nivel superior en donde se encuentra situada la iglesia, descubrirás ante tus ojos una vista de Barcelona.
Déjame decirte que, sin dudas, vale cualquier esfuerzo: no te pierdas la oportunidad de ascender hasta la parte más alta y disfrutar de unas vistas inéditas de la ciudad española. La única manera de acceder a la terraza más alta es a través de un ascensor que hay en el interior de la edificación. El mismo es pago, con un valor aproximado de € 3,5.
4. Parque Natural de Collserola
La sierra de Collserola se alza como atalaya en medio del área metropolitana de Barcelona. Un magnífico macizo, cercano, familiar y valioso, que resulta un privilegio para la gran población que vive en su entorno.
Se trata de un territorio que ha sido gestionado desde el año 1987 en el marco de un plan especial de protección, y a partir de 2010, ha visto reafirmada y consolidada su dimensión ambiental con la declaración de Parque Natural.
Aquí se destacan más de 8.000 hectáreas de espacio natural preservado, donde predominan los espacios forestales con una variedad de formaciones vegetales que le confieren una valiosa diversidad biológica.
5. Torre de Collserola: vistas y más vistas
Si crees que la vista que tiene para ofrecerte la montaña de Tibidabo es insuperable, aguarda a descubrir lo que tiene reservado para ti la Torre de Collserola, una torre de comunicaciones, considerada como la más alta de Barcelona, que ha sido construida para la celebración de los Juegos Olímpicos en el año 1992.
Es el núcleo de comunicaciones de Cataluña. Mide 288 metros de alto y se encuentra ubicada a 560 metros sobre el nivel del mar. Desde su plataforma de observación, ubicada en la décima planta, se puede observar un impresionante panorama de 360º de Barcelona y sus alrededores. ¡No te pierdas de las visitas guiadas al mirador!
6. Observatorio Fabra
El Observatorio Fabra es un observatorio astronómico diseñado por Josep Domènech i Estapà. Fue construido en 1901 por iniciativa de Camil Fabra, Marqués de Alella. Al lado de éste se encuentra el Museo de Física Experimental La Mentora, diseñado por Ferran Alsina, que data de 1905.
Hoy en día, el Observatori Fabra continua su trabajo de investigación científica en las tres vertientes por las cuales se ha conocido en los últimos 100 años: meteorología, sismología y astronomía. Su ubicación a 413m sobre el nivel del mar, entre pinos y con un horizonte ininterrumpido, le ha permitido continuar como un foco de interés en el mundo de la meteorología y la astronomía.
¿Cómo llegar a la montaña de Tibidabo?
Si estás interesado en visitar la montaña de Tibidabo debes saber que existen tres maneras de llegar al Tibidabo. Por un lado, a través del funicular del Tibidabo. Para llegar por este medio, hay que hacer tres etapas: en la primera, debes llegar hasta la estación Av. Tibidabo, conectada con Plaza Cataluña a través de los trenes FGC; una vez allí, debes ubicar el autobús 196 que te llevará hasta los pies del funicular. Debes bajar en la parada Av. Tibidabo 81; luego, deberás subir al funicular turístico que te llevará hasta la parte superior de la montaña, a pocos pasos de parque de atracciones.
Dato viajero: El funicular del Tibidabo funciona con un billete diferente al de la red de transportes de Barcelona. El billete sencillo vale 5,50€, mientras que el de ida y vuelta vale 7,70€.
La segunda alternativa para visitar la montaña de Tibidabo es el «Tibubus«, una opción más cómoda, más económica y rápida. Se trata de un autobús que sale de Plaza Cataluña, cuyo recorrido termina en la entrada del parque de atracciones y no tiene paradas intermedias. El precio por persona es de 2,95€. En el mapa, la ubicación de la parada en Plaza Cataluña.
Por último, a cómo llegar a la montaña de Tibidabo podemos sumarle como respuesta el Autobús Turístico de Barcelona, medio que también te facilitará el acceso a este sitio, ya que hace una parada en la Av. Tibidabo. Una vez allí, puedes subir al autobús urbano 196 hasta el funicular. Aunque, otra opción es utilizar el Tranvía Azul, un tranvía histórico que hace el recorrido hasta la base del funicular. El billete sencillo vale 5,50€.