El 2019 me encontró hurgando en algunas librerías de mi ciudad en busca de material vinculado a temáticas como branding, management -o lo que sea que pudiera llamar mi atención- que me resultase de utilidad para seguir ampliando mis conocimientos en dichas áreas. Así llegué a la cultura maorí, en lo que metafóricamente pudiera describir como ‘un viaje de ida‘ ya que adentrarse en sus más fuertes valores no tiene vuelta atrás, son lecciones que quedan grabadas en lo más profundo del alma.
Recuerdo perfectamente la tarde en la que me hice de un libro nuevo para cumplir con mi objetivo. Sorprendentemente, se trataba de un ejemplar que, a simple vista, parecía no estar muy acorde con lo que estaba buscando. Pero me bastó abrirlo y ojearlo un poco para saber que se convertiría en uno de mis libros favoritos.
Sí, ya sé, seguramente estás curioso por saber cuál era ese ejemplar. Se llama «Legado: 15 lecciones sobre liderazgo«. De seguro hasta el momento no te resulte nada fuera de lo común, y es que no lo habría sido si no fuera por la presencia de un jugador de rugby en la portada y una bajada de texto que reza «Qué nos enseñan los All Blacks sobre la empresa de vivir«.
Efectivamente, en este libro, su autor James Kerr profundiza sobre la historia de los All Blacks de Nueva Zelanda, el equipo deportivo más exitoso del mundo, haciendo mención a 15 lecciones prácticas para ejecutar en el liderazgo y las empresas.
Así, el libro aborda diferentes capítulos vinculados respectivamente a ejes como la personalidad, la responsabilidad, el aprendizaje, las expectativas, la presión, el sacrificio, los rituales que hacen a la esencia de cada uno de los jugadores que integran el equipo del os All Blacks y que bien podrían trasladarse a las actitudes a incorporar en el interior de las empresas.
Sin embargo, lo que más me gustó de este libro es cómo los valores y hábitos que se han consolidado dentro del equipo de rugby de los All Blacks se retrotraen y conmemoran a muchos valores de la cultura maorí.
De hecho, hasta la mismísima práctica del haka es un guiño a esta etnia polinésica. Los maoríes creen que el haka convoca a tí-puna, a nuestros ancestros, de la tierra al alma: «Los convoca a asisirnos en nuestra lucha aquí en la tierra con el sonido de ngunguru, el rumor sordo de un terremoto«.
¿Por qué es tan importante la cultura maorí en Nueva Zelanda?
Nueza Zelanda, uno de los extremos de la gran área polinesia, estaba habitada antes de la llegada de los europeos por pueblos maoríes que, según la tradición, se establecieron allí en sucesivas migraciones iniciadas hacia el siglo X y concluidas en el siglo XIV. Es decir, posiblemente los maoríes llegaron entre los años 800 y 1300, creando una propia cultura original al verse situados aislados del resto del mundo.
Hoy en día, uno de cada siete neozelandeses se identifica como maorí, la influencia de esta etnia ha perpetuado en muchos aspectos de la vida cotidiana, tales como la cocina, costumbres e idioma. Sin dudas, considero que la cultura maorí tiene mucho para enseñar a los seres humanos.
En efecto, vivir la cultura maorí conociendo algunas de sus prácticas y/o principales hábitos podría considerarse como un punto obligado si quieres visitar Nueza Zelanda.
El mejor lugar para observar la cultura maorí es en un marae, espacios sagrados de reunión que podrás encontrar en regiones como Northland, Auckland o Rotorua. Durante la visita a un marae podrás escuchar discursos y canciones en maorí, apreciar casas de reunión talladas, bailes rítmicos.
Llamativamente, descubrirás que entre las prácticas y/o rituales que tenían adquiridos en la cultura maorí, se encontraba la realización del moko, un tatuaje facial tradicional con el cual los maoríes se distinguían y marcaban el clan al que pertenecían. Así, el guerrero utilizaba el moko para contar su propia historia, cada signo indicaba un logro distinto para su historia personal propia. Como este, hay muchos recuerdos que han convertido a la cultura maorí en algo muy importante para la historia de Nueva Zelanda.
Una cultura que definió sus propias lógicas de bienestar y salud
Nueva Zelanda es un país que se caracteriza por su estilo de vida saludable. Para llevarla a cabo, los neozelandeses cuentan con un modelo de cuatro pilares llamado Te Whare Tapa Whā, que proporciona una perspectiva maorí sobre la salud. Las cuatro dimensiones son: taha tinana (bienestar físico), taha whānau (bienestar familiar), taha hinengaro (bienestar mental) y taha wairua (bienestar espiritual).
Te Whare Tapa Whā fue desarrollado en 1984 por Mason Durie, un profesor e investigador de estudios maoríes de la Universidad de Massey. Este proyecto que fue realizado para preservar la salud, el bienestar, y el futuro de Nueva Zelanda, sostiene que para lograr frutos, ninguna dimensión no puede separarse de la otra, porque la salud se completa cuando hay armonía entre las cuatro.
El tin taan representa el bienestar físico, y habla de la capacidad que tiene el cuerpo para afrontar el crecimiento y desarrollo. Se trata de cómo crece, siente y se mueve. Este pilar, refuerza la importancia de una buena salud física para el desarrollo ideal de las personas.
Luego se encuentra el taha whānau, el pilar del bienestar familiar. El punto central es encontrar quien nos brinda sentido de pertenencia. ¿Quién se preocupa por nosotros y nos da fuerzas para ser quienes somos?. Whānau abarca todo tipo de relaciones y sobrepasa el campo familiar, ya que también se trata de colegas, amigos y comunidades.
Taha hinengaro trata sobre el bienestar mental, es decir, la forma en la que uno siente, se comunica y piensa y como lo traduce en la percepción de los demás. Se ocupa de las emociones a través de la mente, el corazón, la conciencia, los pensamientos y los sentimientos. Esta dimensión refuerza que los pensamientos, sentimientos y emociones son componentes integrales del cuerpo y el alma.
Finalmente, taha wairua, que es bienestar espiritual, está relacionado con energías invisibles no expresadas. Es la fuerza vital de una persona, que determina quienes y que somos, de donde venimos y hacia dónde vamos. Explora la capacidad más amplia para la fe y la comunicación, que puede basarse en una creencia religiosa o una conexión interna con el universo.
De esta manera, se alienta a los neozelandeses a incorporar estos conceptos en acciones cotidianas. Como, por ejemplo, salir a caminar y observar la naturaleza, cuidar el bienestar espiritual, o pasar tiempo con sus seres queridos e incluso compartiendo conocimientos con amigos. En el campo físico, la dimensión se resuelve con la práctica de actividad física, ciclismo, senderismo o yoga, por ejemplo.
El modelo Te Whare Tapa Whā es un concepto proveniente de la lengua wharenui, y hace alusión a una casa comunitaria del pueblo maorí, con cuatro paredes, cada una relacionada con una dimensión.