Esos pequeños pueblos en los alrededores de las grandes ciudades cosmopolitas le dan un encanto particular a los países de Europa. Por eso es que en este post les contaremos acerca de Tubinga (o Tübingen, en Alemán) una pequeña ciudad universitaria de alemania, definitivamente una de las más bonita de Europa.
Tübingen es una combinación entre construcciones medievales del Siglo XV, canales, castillos y un ambiente juvenil que atrae a miles de estudiantes de todas partes del mundo. No te pierdas de este post y entérate de cómo visitar Tubinga, un sitio que visitar en Alemania.
Cómo llegar a Tubinga
La pequeña ciudad de Tubinga se ubica a poco menos de una hora de Sttugart, una de las zonas más visitadas de Alemania, después de Berlín, la ciudad que se encuentra a unos 640 kilómetros de Tubinga.
Para poder llegar, la mejor recomendación es rentar un vehículo para poder recorrer las rutas alemanas y disfrutar de los paisajes más bonitos de la Selva Negra. Muchos se alojan en Sttugart y recorren Tubinga por el día, aunque muchos también eligen alojarse en esta dinámica y alegre ciudad para experimentar cómo es vivir un día en este pueblo de cuento.
4 razones por las que visitar Tubinga
- Construcciones intactas desde la época medieval: Tubinga fue una de las pocas ciudades de Alemania que no sufrió bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial debido a su condición de pueblo rural de aquel entonces. Este es el motivo por el cual la mayoría de las construcciones datadas de hace cientos de años continúan en pie y “sin ningún rasguño” permitiendo que los viajeros y residentes sigan sorprendiéndose con vestigios y rincones que se encuentran día a día.
- Una ciudad intelectual: Tubinga cuenta con una de las universidades más prestigiosas de Alemania y una de las más antiguas de Europa, fundada en el año 1477. Entre la lista de ex alumnos se encuentran filósofos, pensadores románticos, ex presidentes, el papa Benedicto XVI y más de 10 premios Nobel.
Dato curioso: en la Universidad de Tübingen se descubrió el ADN en el año 1868.
- Rincones “de postal”: el Río Neckar divide a la ciudad de Tubinga en dos partes, conectadas a través del puente Eberhard, contando con vistas espectaculares con árboles centenarios, flores de distintos tamaños y construcciones de colores, formando un paisaje “de cuento” que vale la pena visitar.
Imperdible: un paseo en barco por el río Neckar y observar la ciudad desde otro punto de vista. Consejo viajero: buscar una barca con guía, de esta forma se pueden conocer aun más los secretos y anécdotas de esta increíble ciudad.
- Castillos medievales: como si a Tubinga le faltara algo, también cuenta con un castillo que, a pesar que no es uno de los más impresionantes que ver en todo Europa, recorrerlo lleva a esa sensación de “viaje en el tiempo” que estos lugares generan en todo aquel que los visita. Adivina qué: el castillo también es una universidad.
Lo mejor: las vistas panorámicas a la ciudad desde la cima del castillo.
Qué hacer en Tubinga
No quiere decir que se visite Tubinga por la universidad en particular, o por el castillo o simplemente por el ambiente relajado que se vive en sus calles, la combinación de todo hace de este sitio sumamente especial y visitado por cada vez más viajeros que, como sucede en otras ciudades, terminan convirtiéndose en residentes.
Markplatz
El corazón de Tubinga es una postal, es el sitio ideal para sacar una foto y convencer a todo aquel viajero que no esté muy seguro en si vale la pena o no hacer un viaje hasta la ciudad universitaria.
Como “todos los caminos conducen a Roma”, en Tubinga todos los caminos conducen a Markplatz, el casco antiguo y el punto de encuentro de viajeros y locales para reunirse, ya sea a fotografiar las fachadas multicolores, las terrazas y el reloj astronómico o para disfrutar de una rica taza de café con pasteles típicos en alguna de las cafeterías con vistas panorámicas a la ciudad.
Para los viajeros que disfrutan de los mercados locales donde residentes y extranjeros se reúnen a comprar productos frescos y autóctonos, entonces Markplatz también es la respuesta. Durante varios días de la semana (especialmente en verano) en Markplatz se desarrolla un mercado de venta de todo tipo de productos: desde comida, flores, frutas y claro…¡souvenirs!
Dato viajero: todo aquel que recorre Markplatz no debe dejar de caminar y visitar el casco antiguo, conocida como “la ciudad baja”, el ambiente bohemio, hípster e ideal para cenar dentro de Tubinga.
Tubinga es una ciudad algo desconocida pero que definitivamente es necesaria conocer: sentir al menos por un día la buena vibra, el dinamismo y la alegría jovial que se siente en el ambiente mientras, como una gran dualidad, se recorren castillos y construcciones antiguas.
Agradecemos la foto de portada: Wolfgang