Para viajar a la patagonia austral, todos dan el mismo consejo: lleva ropa para vestirte en capas y prepara tus ojos para ver paisajes que serán difíciles de olvidar. No importa si es primavera o pleno verano; allí el clima puede cambiar en cuestión de minutos. Sol, viento helado, lluvia pasajera, todo en una misma tarde. Pero ese es, también, el encanto de viajar a esta región del sur profundo: sentir que la naturaleza manda y que uno está, apenas, de visita.
Si bien El Calafate sigue siendo la puerta de entrada más reconocida al Parque Nacional Los Glaciares, hace tiempo que dejó de ser un destino visitado solo por eso. La ciudad ha sabido diversificar su oferta turística con propuestas que van mucho más allá del glaciar Perito Moreno. Basta con detenerse frente a las vidrieras de las agencias del centro para descubrir experiencias tan variadas como curiosas: desde navegaciones por el Lago Argentino, distintas formas de experimentar los glaciares, estancias patagónicas y travesías en vehículos 4×4, hasta cenas a la luz de las antorchas en cuevas, salidas de astroturismo para contemplar el cielo austral y una creciente oferta de caminatas sobre el hielo.
Mayor conectividad y tarifas accesibles para volar a patagonia
La conectividad con El Calafate ha mejorado notablemente en los últimos tiempos. Flybondi, la aerolínea low-cost pionera en Argentina, ha incrementado sus frecuencias entre Buenos Aires y El Calafate en un 300% para esta temporada de verano, pasando de 4 a 16 vuelos semanales. Las tarifas arrancan desde $135.733 por tramo para volar en octubre, y además se ha sumado una nueva ruta directa desde Córdoba con dos vuelos semanales desde el 12 de diciembre, a partir de $119.999
La operatoria de Flybondi, que en sus inicios estuvo marcada por algunas irregularidades, se ha regularizado en los últimos años, ofreciendo mayor previsibilidad y confianza al viajero que busca una opción accesible sin resignar conectividad. Además, hay nuevas combinaciones con Ushuaia, con hasta 6 frecuencias semanales.
Dónde dormir en El Calafate: opciones para cada tipo de viajero
La oferta de hospedaje en El Calafate crece temporada tras temporada. Hoy en día se puede elegir entre departamentos tipo Airbnb, hostels para mochileros, hoteles boutique de diseño, opciones de lujo con spa, y estancias patagónicas tradicionales que combinan alojamiento con experiencias culturales o ecuestres.
Los precios varían mucho según la categoría y la temporada:
- Una cama en hostel parte desde AR$ 25.000 por noche.
- Un departamento completo, desde AR$ 50.000.
- Hoteles 3 estrellas: entre AR$ 100.000 y AR$ 150.000.
- Hoteles de lujo o estancias exclusivas pueden superar los AR$ 250.000 por noche en base doble.
El valor del confort después de un día largo
Los días en El Calafate son extensos, activos y muchas veces fríos, incluso en verano. Las excursiones demandan energía, y el clima puede ser cambiante y desafiante. Por eso, hospedarse en lugares con buen confort, calefacción adecuada y servicios de relax no es un lujo menor: es parte de la experiencia.
Ubicado en una de las mejores zonas de la ciudad, con vistas al Lago Argentino, el Esplendor by Wyndham El Calafate se ha consolidado como una gran opción para quienes buscan diseño, comodidad y cercanía con el centro.
El hotel combina materiales nobles de la región con una estética moderna y habitaciones que invitan al descanso. Ofrece un spa con piscina climatizada, sauna y tratamientos, además de un desayuno artesanal preparado dentro del propio hotel, que hace honor a la hospitalidad patagónica.
La propiedad ha sido reconocida con galardones internacionales —como los Travelers’ Choice Awards 2025 y nominaciones a los World Travel Awards— que la posicionan entre las mejores de la Patagonia y del portafolio Wyndham.
El restaurante del hotel está trabajando en una carta renovada para la cena, inspirada en productos regionales y maridajes con vinos patagónicos. Una opción perfecta para quienes eligen quedarse dentro del hotel luego de un día de aventura.
Durante el mes de octubre, las tarifas en Esplendor by Wyndham El Calafate parten desde USD 190 + impuestos por noche (base doble). En noviembre, las tarifas estimadas se ubican alrededor de USD 250 + impuestos por noche (base doble).
Parque Nacional Los Glaciares: entre pasarelas, navegaciones y almuerzos con vista al hielo
El Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, ocupa unos 7.269 km² (o 731.932 hectáreas) según datos oficiales y es considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por su valor glaciológico, ecológico y paisajístico. Se compone de distintas zonas (Sur, Centro y Norte), conectadas por rutas como la RN-40 y desvíos provinciales que en muchos tramos son ripio. Para llegar al sector del Glaciar Perito Moreno, el acceso habitual parte de El Calafate, que dista aproximadamente 80 km por la Ruta Provincial 11 (asfalto) hasta la entrada del parque. También hay portadas de acceso en otros puntos del parque (Puerto Bandera, Río Mitre, zona Norte) que permiten ingresar desde distintos sectores del parque.
Aunque siempre es posible alquilar un auto en El Calafate o trasladarse por cuenta propia, muchas veces resulta más interesante, seguro y fácil contratar una agencia de viajes local. Estas empresas manejan los horarios del parque, conocen los mejores momentos del día para llegar, ofrecen traslados con paradas panorámicas y combinan excursiones con navegaciones o caminatas. Además, los guías locales aportan un valor diferencial: explican la geología de los glaciares, la flora de la zona, las rutas de desprendimiento de hielo, y ayudan a identificar los puntos más fotogénicos que podrían pasarse desapercibidos si sólo se visita por libre. Patagonia Dreams es una empresa que desde hace muchos años ofrece traslados, guías y la posibilidad de combinar navegaciones con caminatas cortas.
Tarifas de acceso al Parque Nacional Los glaciares
- General (visitantes extranjeros): $ 45.000
- Residentes nacionales (argentinos): $ 15.000
- Residentes provinciales de Santa Cruz: $ 5.00
- Estudiantes con credencial válida: $ 7.000
- Exentos de pago: jubilados y pensionados, niños de 0 a 5 años, personas con discapacidad (más su acompañante), residentes locales, veteranos de Malvinas, visitas educativas
- Además se aplica 50 % de descuento para una segunda visita realizada dentro de las 72 horas posteriores a la primera entrada.
Circuito de pasarelas del glaciar y accesibilidad / servicios:
Las pasarelas frente al Perito Moreno están organizadas en un sistema de tres niveles de pasarelas y balcones conectados por escalinatas, lo que permite diferentes ángulos de observación del frente de hielo. Existe también el Sendero de la Costa, una opción alternativa para ver la cara norte del glaciar, pero sólo se puede hacer con guía habilitado. El recorrido completo puede demandar entre 1 hora y media y 2 horas, dependiendo del ritmo del visitante y las paradas en los miradores. Algunas versiones de excursión estiman que las pasarelas totales comprenden cerca de 5 km de senderos distribuidos en los distintos niveles, con escalinatas descendentes que acercan hasta unos 300 metros del frente del glaciar.
Respecto a accesibilidad para personas con movilidad reducida, el parque cuenta con rampas y silla de ruedas disponibles para circular por el circuito de pasarelas (requiriendo acompañamiento), además de sendas accesibles. Hay un ascensor (o puente elevador) que fue restaurado recientemente para facilitar el acceso de visitantes con discapacidades o embarazadas a determinados niveles de las pasarelas . También se ofrecen audioguías en español, inglés, portugués y signoguía (Lengua de Señas Argentina) descargables mediante códigos QR.
En cuanto al almuerzo dentro del parque, en el área de estacionamiento de las pasarelas funciona el “Restó del Glaciar” con servicio a la carta, buffet, comidas frías y calientes, cafetería y tienda de souvenirs. También hay un Snack Bar dentro del área de circulación de las pasarelas que opera de 10:30 a 17:30, con menú más liviano. Para quienes prefieren llevar viandas, hay espacios resguardados para consumir comida propia, siempre que se respeten las normas del parque.
Caminar sobre el hielo: precios y diferentes tours en el glaciar Perito Moreno
Entre las actividades más impactantes que se pueden realizar en el Parque Nacional Los Glaciares se encuentra la posibilidad de caminar sobre el glaciar. La concesión oficial de estas excursiones pertenece a Hielo y Aventura S.A., empresa con más de 35 años de trayectoria en El Calafate y pionera en la organización de experiencias de trekking sobre hielo.
El recorrido comienza en el Puerto Bajo de las Sombras, a unos 70 km de El Calafate, donde los visitantes embarcan para cruzar el Brazo Rico del Lago Argentino. Durante la navegación ya se pueden observar los primeros icebergs flotando y la inmensidad del frente glaciar. Al llegar a la costa opuesta, los grupos son recibidos por los guías, quienes ofrecen una charla de seguridad, explican la dinámica de la actividad y entregan el equipamiento.
Luego de una breve caminata por la playa —donde suelen encontrarse bloques de hielo desprendidos que llegan hasta la orilla—, comienza la travesía sobre el hielo con crampones y cascos. Los senderos están delimitados y señalizados, con zonas de descanso, barandas y escaleras naturales de hielo. Los grupos son pequeños y siempre van acompañados por guías montañistas experimentados, que se encargan de custodiar la seguridad, ajustar el ritmo y transmitir información sobre las formaciones glaciares y los procesos de movimiento del hielo.
Hay distintas opciones de tiempos, dificultad y precios:
1. Mini Trekking
Es la opción más popular y accesible. Incluye una caminata de aproximadamente 1 hora y 30 minutos sobre el hielo, ideal para mayores de 8 años y hasta 65 años con buena condición física. Permite explorar grietas, sumideros y lagunas superficiales del glaciar.
- Duración total: unas 5 horas (incluyendo navegación).
- Precio estimado: ARS320.000 por persona.
- Incluye: navegación, guía, equipamiento técnico
- La actividad se puede realizar entre mediados Julio a fines Mayo (solo cerrada en Junio)
2. Mini Trekking 2
El circuito sobre el glaciar es de dificultad media/alta, la superficie del hielo es irregular pero firme y segura. El ritmo de marcha es constante y se realizan pocas paradas. Se recorren 6km aprox. en terreno de rocas, tierra y hielo con crampones (El mini normal es 3.5km de recorrido) El tiempo de caminata total es de 4 horas aproximadamente. Es decir, se camina el doble de distancia en el mismo tiempo que en el Minitrekking común
- Duración total: unas 7 horas (incluyendo navegación).
- Precio estimado: ARS384.000 por persona.
- Incluye: navegación, guía, equipamiento técnico
- La actividad se puede realizar entre mediados Julio a fines Mayo (solo cerrada en Junio)
3. Big Ice
Los grupos sobre el hielo serán de hasta 10 personas, acompañados por dos guías de montaña quienes les colocarán los crampones, cascos y arneses y les explicarán las normas básicas de seguridad.La exigencia física es alta tanto en el bosque como sobre el hielo, donde la superficie es irregular pero firme y segura. Una vez en el glaciar y con los crampones puestos, el mundo toma una nueva perspectiva: lagunas azules, profundas grietas, enormes sumideros, mágicas cuevas, y la sensación única de sentirse en el corazón del glaciar.
- Duración total: alrededor de 10 horas.
- Precio estimado: ARS590.00.
- Incluye: navegación, trekking prolongado, guías especializados y equipo técnico completo.
3. Safari Azul
Algunos programas integran las caminatas con el recorrido por las pasarelas, combinando la perspectiva desde el hielo con la vista panorámica del frente glaciar desde tierra firme. Ideal para quienes buscan una jornada completa de exploración fotográfica y naturalista.
- Duración total: unas 3 horas (incluyendo navegación). Caminata de 30 minutos
- Precio estimado: ARS224.000 por persona.
- Incluye: navegación, guía, equipamiento técnico
- La actividad se puede realizar entre mediados Julio a fines Mayo (solo cerrada en Junio)
Estancia Cristina: historia, aventura y soledad en el fin del mundo
La Estancia Cristina fue fundada en 1914 por Joseph Percival Masters y su esposa Jessie, inmigrantes británicos que se establecieron en la Patagonia en la búsqueda de nuevas oportunidades. El nombre “Cristina” proviene de una de sus hijas. Durante años la estancia funcionó como establecimiento ganadero, con cría de ovejas y explotación rural, en una zona considerada muy remota incluso para estándares patagónicos. Lo singular es que en lugar de desarrollarse cerca de rutas terrestres, se apostó en una costa del Lago Argentino accesible esencialmente por navegación, debido al entorno glaciario y la topografía difícil de la región.
Ese aislamiento —crucial para su carácter hoy turístico— le permitió conservar aspectos históricos: la estancia mantiene reliquias de la familia Masters, objetos antiguos, mobiliario rústico y el espíritu de los pioneros que lucharon para habitar un paisaje inhóspito. En su museo costumbrista se exhiben herramientas, fotografías antiguas y el primer refugio de montañistas que existen aún dentro del dominio de la estancia, vinculado con la historia de exploraciones de los glaciares.
Ubicación, acceso y razón de estar ahí
Estancia Cristina está situada en el Canal Cristina, en la costa noroeste del Lago Argentino, dentro del Parque Nacional Los Glaciares, provincia de Santa Cruz, Argentina. El canal forma parte del brazo norte del lago y es una ruta natural entre masas glaciares y montañas. Debido a los glaciares que descendieron en el pasado, el valle de esa zona tiene el carácter de un antiguo valle glaciario, lo que hace que el sitio sea estratégicamente interesante para vistas hacia el Glaciar Upsala y otras masas heladas.
Para llegar, el punto de partida es Puerto Punta Bandera, ubicado a unos 45 km de El Calafate. Desde ahí se navega por el Lago Argentino (Brazo Norte) y luego por el Canal Cristina, un trayecto de 2 a 3 horas hasta arribar a la estancia. Durante la navegación se cruzan icebergs flotantes y se atraviesan panoramas patagónicos de gran belleza, lo que ya constituye parte del atractivo del viaje. Una vez que se llega a la orilla, comienzan las actividades terrestres (senderos, museos, excursiones 4×4), que aprovechan la geografía para mostrar lo que el glaciar y los cerros circundantes han moldeado con el tiempo.
Experiencias, actividades y precios
La Estancia Cristina ofrece varias modalidades de visita (excursiones de día) y estadía (overnight), con diferentes tipos de expediciones que combinan navegación, trekking, recorridos en 4×4, cabalgatas y acceso al museo.
Qué incluyen las excursiones y servicios
- En todas las expediciones de día se incluye almuerzo (o lunch box en algunos casos) como parte del programa.
- Las expediciones “Classic” y “Glaciar Upsala” tienen el almuerzo en el restaurante El Quincho (que es el punto de reunión de la estancia)
- En el trayecto se utilizan embarcaciones propias: la estancia dispone de una flota compuesta por barcos de distinto porte (Francesco 1°, Chinook, Janet) para realizar las travesías lacustres.
- El puerto Punta Bandera se encuentra a 45 km de El Calafate, y los traslados terrestres hacia/desde el puerto también pueden ser provistos como servicio complementario.
- Las visitas corren diariamente entre el 1 de octubre y el 30 de abril (temporada de navegación). En invierno la estancia no está abierta para visitas.
Tarifas y precios
Los precios pueden variar según temporada, modalidad de excursión, nacionalidad del visitante y si se incluye traslado desde El Calafate. Según el sitio oficial:
Para los meses de Octubre y Noviembre rige una tarifa especial para argentinos
- Navegación, almuerzo, visita a la estancia y museo con guía ARS150.000
- Navegación, visita en 4×4 al Glaciar Upsala, almuerzo, visita al casco de la estancia y museo con guía ARS300.000
Alta cocina patagónica: nuevas propuestas y clásicos infaltables de El Calafate
La gastronomía de El Calafate vive hoy un momento de efervescencia creativa. Más allá del cordero tradicional, los chefs buscan reinterpretar sabores autóctonos: bayas de calafate en postres, pescados del sur, hongos silvestres, carnes del guanaco y huertas locales. En ese contexto, Mako Fuegos y Vinos representa una apuesta de vanguardia: trabaja con productos de su propia chacra agroecológica, apuesta al fuego como técnica central y propone menús de degustación acompañados por una cava con más de 200 etiquetas. Se trata de conectar la identidad del territorio con una experiencia gastronómica de autor.
Al mismo tiempo, conviven los clásicos que han hecho historia. La Tablita, por ejemplo, sigue siendo parada obligada: su especialidad es el cordero patagónico a la estaca, y en su menú no faltan empanadas, guarniciones caseras y un ambiente familiar que lo hace atractivo para quienes buscan autenticidad culinaria. Estos contrastes —lo clásico y lo experimental— contribuyen a que El Calafate se esté perfilando no solo como base para la exploración glaciar, sino también como destino gourmet con sello regional.
El Chaltén: más que una excursión de día
A solo dos horas y media de El Calafate, por la ruta escénica que bordea el Lago Viedma, se llega a El Chaltén, una parada que cobra cada vez más sentido para quienes pasan tres noches o más en El Calafate. Integrarlo en el itinerario es una decisión natural: sus paisajes, sus senderos y su energía distinta complementan la experiencia patagónica.
El Chaltén es un pueblo de montaña contenido por un anfiteatro natural de cumbres monumentales. Aunque ha crecido mucho en los últimos años, su escala sigue siendo humana: no hay semáforos, hay pocas calles asfaltadas y una sola estación de servicio, ubicada en la entrada, por lo que conviene consultar su horario y disponibilidad.
Declarado Capital Nacional del Trekking, El Chaltén recibe viajeros de todo el mundo que vienen a probarse en sus senderos. Algunos de los más famosos son la caminata al Laguna de los Tres, con vistas panorámicas al Cerro Fitz Roy; la Laguna Capri, ideal para quienes buscan una opción intermedia; la Laguna Torre, frente al impactante Cerro Torre; y el ascenso al Loma del Pliegue Tumbado, que regala una de las vistas más completas de la región.
Para realizar estas caminatas con tranquilidad, se recomienda quedarse al menos una noche en el pueblo. Hacer ida y vuelta desde El Calafate en el día es posible, pero demandante, y limita mucho el tiempo de exploración.
La oferta de hospedaje y gastronomía ha crecido notoriamente, con opciones que van desde hostels simples hasta lodges de alta gama. Sin embargo, los precios son elevados comparados con otras zonas de la Patagonia: una cena para dos puede costar entre AR$ 50.000 y AR$ 100.000, y una habitación doble en temporada alta ronda los AR$ 90.000 a AR$ 200.000 por noche.
Día 1: Senderos icónicos y miradores del Fitz Roy
El amanecer en El Chaltén tiene un magnetismo propio: las primeras luces tiñen de rosa las agujas del Fitz Roy y el aire frío anuncia una jornada de aventura. La caminata hacia Laguna de los Tres es el gran clásico. Son unos 22 kilómetros (ida y vuelta) de sendero entre bosques de lengas, miradores naturales y una subida final que exige esfuerzo, pero recompensa con una vista que parece de otro planeta. Quienes prefieran un tramo más accesible pueden partir desde la Hostería El Pilar, sumando el paso por el mirador de Piedras Blancas, un glaciar colgante que anticipa la majestuosidad del destino.
En el regreso, la Laguna Capri ofrece una pausa perfecta: reflejos calmos del Fitz Roy y un rincón ideal para almorzar con vista al cerro. Por la tarde, ya en el pueblo, vale la pena acercarse al Chorrillo del Salto —una cascada de 20 metros a solo 3 km— o subir al Mirador de los Cóndores, desde donde es habitual ver planeos majestuosos sobre el valle.
Día 2: Estancias, gastronomía y nuevas propuestas
El segundo día es ideal para bajar el ritmo y conectar con la vida rural. A pocos minutos del pueblo, la Estancia Bonanza combina historia, naturaleza y aventura. Fundada hace más de un siglo, ofrece caminatas guiadas, cabalgatas por valles boscosos y experiencias de montaña como trekking con vistas al Cordón del Bosque o circuitos en mountain bike. Allí, la jornada se completa con un asado criollo o con platos elaborados con productos locales, siguiendo la nueva tendencia de turismo rural gourmet que gana fuerza en la región.
Otra excursión imperdible parte hacia el norte, rumbo al Lago del Desierto, un espejo de agua rodeado de montañas y bosques donde se puede realizar una caminata de una hora y media hasta el Glaciar Huemul, o bien navegar entre témpanos. En los últimos años, surgieron también tours fotográficos, experiencias de kayak por el río De las Vueltas y propuestas de bienestar, como clases de yoga al aire libre y retiros con vistas al macizo.
En cuanto a la oferta de hospedaje, el crecimiento de lodges de diseño —como Explora El Chaltén, dentro de una reserva privada— y nuevas hosterías sostenibles amplían la propuesta sin alterar el espíritu original del lugar: la conexión directa con la naturaleza.
Un destino que evoluciona sin perder su esencia
El Chaltén sigue siendo un paraíso para caminantes, pero hoy también se abre a quienes buscan una experiencia más completa: entre glaciares y parrillas de campo, caminatas y vinos de altura, postales icónicas y hospitalidad sureña. En apenas dos días, es posible sentir la energía de uno de los últimos rincones realmente puros de la Patagonia, donde el silencio del viento y el color de los lagos recuerdan que, a veces, el lujo más grande es simplemente estar ahí.
