Los recorridos por Italia nunca tienen fin y cada vez aparecen más sitios ocultos que hacen que los viajeros busquen seguir recorriendo estos pueblos de encanto. En el post de hoy les contaremos acerca de Furore: un pueblo de menos de mil habitantes oculto en la Costa Amalfitana de Italia con tanto encanto natural como cultural que, aunque no figure en las guías italianas de la Costa, con su contraste de colores y aroma a comida casera, hace que comience a aparecer en la mente de más de un futuro viajero.
¿Por qué visitar Furore?
No es tarea difícil pensar un por qué visitar Italia, existen tantos tópicos distintos que incentiven a un viajero a comenzar a planear una ruta por el país de la pasta y la pizza que es prácticamente imposible siquiera nombrarlos.
Hay ciertos pueblos que tienen algo que con solo el hecho de caminarlos por sus callecitas centrales u observar la forma de vida de sus habitantes que ya enamoran a quien está atento a los detalles que durante la vida cotidiana pueden obviarse y Furore es definitivamente uno de ellos.
A pesar de la Costa Amalfitana ser uno de los destinos turísticos por excelencia de todo el país (visitado tanto por viajeros extranjeros como por los propios locales), el pequeño pueblo de Furore parece aun no haber “llamado tanto la atención” de los editores de guías ya que es difícil que aparezca como “un imprescindible que hacer en la Costa Amalfitana”. ¿Tal vez será por lo difícil que es encontrar la puerta de entrada?
Su incógnita y curiosidad, su desconocimiento y olvido, su combinación perfecta entre mar y fiordo y su dualidad entre pueblo de pescadores y casas residenciales hacen de Furore, un sitio mágico que visitar en las costas de Italia y que ningún viajero debería perderse (aunque muchos lo han hecho por no encontrar la forma de llegar).
Tal vez esta característica de “inencontrable” hace que su popularidad intrigue a los viajeros y traten de, alguna forma, hallar el lugar para ingresar como por un viaje a un cuento y descubrir un paisaje oculto para algunos aunque declarado Patrimonio de la Humanidad para preservarse a lo largo de los años.
Dato viajero: durante todos los meses de septiembre, artistas de todo el mundo visitan Furore para pintar murales en un entorno natural único.
¿Qué hacer en Furore?
Recorrer sitios únicos
Como en la mayoría de los pueblos “de cuento” siempre se aconseja perderse en sus calles y descubrir los rincones ocultos o las esquinas de reunión o incluso las formas de vida de los pocos residentes con los que cuenta Furore. Estos son quienes siguen fomentando la «vida de pueblo» que se respira en sus calles desde el año 1400 cuando llegaron los primeros residentes y comenzaron con la producción del papel y la molienda del grano, sitio considerado para muchos como inhóspito y donde si quiera han pisado.
La combinación entre las pequeñas calles junto a la roca que parece que año tras año avanza sobre el mar, hace que la unión entre el silencio y el ruido de la naturaleza le otorguen un encanto más a Furore.
Dato curioso: las calles del pueblo tienen nombre de las familias más importantes como Le Porpore o Li Summonti, en honor a los primeros pobladores.
Visitas entre senderos naturales
Además del encanto de pueblo de Furore, una de las mejores cosas que hacer en el pueblo es disfrutar de sus “senderos temáticos”, todos llamados de una manera distinta para que su característica atraiga a quienes están visitando el lugar:
- El sendero de los murciélagos locos: este es uno de los mejores caminos que hacer desde el pueblo, aunque está destinado solo para quienes no se asustan fácilmente. El camino dura 30 minutos y recorre una densa vegetación y una antigua y abandonada fábrica de papel habitada por murciélagos.
- El camino del Agave en Flor: así como un título de un poema, este tranquilo sendero lleva a los viajeros a pasear entre acantilados y vistas panorámicas al mar.
Fotos en el Fiordo
La atracción principal de Furore es el fiordo, sitio donde las casas parecen estar “colgando” de la roca y donde puede observarse la división entre el pueblo de pescadores y las casas residenciales rodeadas de tiendas de souvenirs y un bar donde tomar algo “en medio de la montaña”.
Lo importante: cómo llegar a Furore
Llegar al “pueblo más oculto de Italia” puede sonar aterrador, pero la realidad es que solo existe una carretera hacia la entrada de Furore que lo único que hay que hacer, es no perderla de vista. La carretera a tomar es la SS163 y se puede empalmar con ella desde distintas partes del oeste de Italia como Nápoles o Salerno que solo se encuentran a 60 kilómetros de distancia.
En otras palabras, lo desconocido, lo auténtico y la curiosidad del pueblo hace que los turistas traten de llegar “a ver qué hay” escondido detrás de la roca y encontrarse algo así como con un pueblo de cuento que pareciera imposible que exista en la tierra.
Agradecemos la foto de portada: Nick Amoscato