Cuando uno piensa en un desierto, lo primero que se viene a la cabeza es lugares repletos de arena, mucho calor, camellos y seguramente el Desierto del Sahara. Pero como siempre nos gusta ir más allá de lo “regular”, en este post te contaremos cuáles son los desiertos más extraños del mundo, dónde se encuentran y las características que los hace únicos.
1. Desierto del Namib, Namibia
Ubicado en continente africano, específicamente en el Parque Nacional Namib-Naukluft, en Namibia, el desierto del Namib es hogar de cientos de dunas que llegan a alcanzar los casi 330 metros de altura.
Las dunas de Sossusvlei, como es conocido el desierto, permiten ser visitadas tanto al amanecer como al atardecer, por viajeros que transitan en el desierto a través de jeeps 4×4, destacándose las tonalidades anaranjadas y rojizas en cada uno de su recorrido por este paisaje surreal.
Dato viajero: en el desierto se pueden contratar paseos en globo aerostático para disfrutar del paisaje desde otra perspectiva.
2. Salar de Uyuni, Bolivia
El desierto de sal más grande del planeta se encuentra en Sudamérica a 3650 metros sobre el nivel del mar y es definitivamente uno de los desiertos más extraños del mundo.
Los jardines de rocas, campos de géiseres y lagunas de sal hacen que el paisaje sea realmente increíble, permitiendo el reflejo de los componentes naturales haciendo que parezca un espejo gigante.
Dato viajero: para poder sacar las mejores fotos del Salar de Uyuni, el mejor consejo fotógrafo es colocar la cámara lo más bajo posible permitiendo dar una mayor perspectiva del paisaje.
3. Desierto de Gobi, Mongolia
Ubicado en el Parque Nacional de Gurvan Saikhan, en Mongolia, este desierto, además de ser uno de los más grandes del mundo, es hogar de un paisaje pocas veces visto en el mundo: extensiones secas de arena próximas a un oasis de vasta vegetación verde profunda.
Dato viajero: la mejor experiencia es alojarse en un campamento de gers, próximos a las dunas de Khongoryn Els.
4. Desierto de Atacama, Chile
Uno de los paisajes naturales más visitados de Chile es el mítico Desierto de Atacama, ubicado al norte del país.
El desierto es uno de los sitios más secos del planeta y presenta formaciones rocosas tan extrañas que muchos lo han nombrado como “el valle lunar”, repleto de historias de extraterrestres o energías inusuales en algunos puntos en particular.
Dato viajero: gracias a la escasez de precipitaciones y la baja contaminación, el Desierto de Atacama es uno de los mejores lugares del mundo para observar las estrellas, muchos observatorios astronómicos están abiertos al publico y hoteles permiten un tipo de alojamiento especialmente diseñado para esta actividad.
5. Death Valley, Estados Unidos
Como la definición de desierto lo indica, estos sitios cuentan con muy pocas precipitaciones a lo largo del año y el Death Valley (Valle de la muerte, en español) es un claro ejemplo de ello.
Gracias a su condición, es un sitio donde los viajeros eligen para investigar y caminar en un desierto con “todas las letras” a través de senderos de trekking y caminatas en un sitio pocas veces visto en el mundo.
Dato viajero: según los datos científicos, el Valle de la Muerte es el lugar más seco y caluroso del planeta, alcanzando temperaturas de casi 54 grados.
6. Desierto de Wadi Rum, Jordania
“La paleta del pintor”: así se ha llamado a este artístico desierto ubicado en Jordania, en Oriente Medio.
Las formaciones geológicas creadas por la erosión de los vientos ante los bloques de arenisca, formados hace millones de años, se combinan con los mantos de arena de distintos colores que forman un paisaje completamente inusual que atrae a miles de turistas al año.
Dato viajero: alojarse en el desierto junto a los campamentos de beduinos es una de las experiencias más aclamadas por los viajeros, encontrándose disponibles distintos tipos y precios.
7. Lençóis Maranhenses, Brasil
Permitiendo ser visitados en todoterreno, en barco o incluso a pie, las dunas de las Lençóis Maranhenses en Brasil forman parte de otro de los desiertos más extraños del mundo.
La poca agua de lluvia se acumula en las lagunas a lo largo de las “sábanas de lino” (o Lençóis) al noreste de Brasil y genera un paisaje de combinación entre peces en las lagunas y dunas alrededor.
Dato viajero: los mejores meses para visitarlas son entre mayo y septiembre, donde no es temporada de lluvia y las temperaturas no son tan elevadas, permitiendo las largas caminatas necesarias para observar los paisajes.
Los desiertos, las grandes extensiones de paisaje de escasa precipitación llevan a los viajeros a imaginar cualquier tipo de historias y leyendas. Sitios donde posiblemente un viajero convencional no se interesaría en visitar pero quienes son los más curiosos, buscan disfrutar y comprender las maravilla de la naturaleza que año tras año siguen siendo descubiertas.