El seguimiento de 20 osos polares en el Ártico canadiense revela un panorama desolador: el alargamiento del período que pasan en tierra los pone en peligro inminente. El estudio, liderado por el biólogo Anthony Pagano de la Universidad del Estado de Washington (WSU), desvela que estos majestuosos depredadores están perdiendo peso a un ritmo alarmante, con graves implicaciones para su supervivencia.
Durante décadas, los osos polares han sido un emblema de la crisis climática, y este nuevo trabajo profundiza en la realidad cruda que enfrentan estas criaturas en un entorno cambiante. A medida que el hielo marino se retira por periodos más prolongados, los osos se ven forzados a permanecer en tierra firme, donde la comida escasea y su masa corporal disminuye drásticamente.
El estudio, publicado en Nature Communications, documenta el seguimiento de los osos en el oeste de la Bahía de Hudson, Canadá, una región donde el período sin hielo ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Equipados con rastreadores GPS, los investigadores observaron que los osos perdieron en promedio cerca de 1 kilogramo por día, independientemente de si buscaban activamente comida o descansaban.
La variedad de estrategias empleadas por los osos, desde el ayuno hasta la búsqueda de alimentos terrestres como bayas y pájaros, demostró ser insuficiente para contrarrestar la pérdida de peso. Incluso aquellos que encontraron cadáveres de mamíferos marinos en tierra no lograron recuperar su masa corporal de manera significativa.
El futuro de los osos polares es sombrío. Con el tiempo en tierra aumentando a un ritmo acelerado, la posibilidad de acumular suficiente grasa para sobrevivir disminuye drásticamente. Es especialmente preocupante para los ejemplares más jóvenes y las crías, quienes enfrentan un riesgo aún mayor de morir de hambre debido a su incapacidad para acumular reservas de grasa.
Aunque los osos polares están distribuidos en 19 subpoblaciones y su respuesta al cambio climático puede variar, la tendencia es clara: el tiempo en tierra aumenta, los recursos disminuyen y la supervivencia de la especie se ve comprometida.
Estos nuevos hallazgos subrayan la urgencia de abordar la crisis climática y proteger a estas icónicas criaturas del Ártico. Si bien no se predice la extinción total, los modelos sugieren una disminución significativa de las poblaciones para finales de este siglo. Los osos polares, símbolos emblemáticos del cambio climático, enfrentan un futuro incierto en un mundo cada vez más cálido y hostil.