La pandemia ha puesto en tela de juicio el futuro de los viajes internacionales, ya que los países han tomado medidas drásticas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. En la mayoría de los casos, eso ha significado cerrar fronteras e imponer cuarentenas a los viajeros entrantes.
Sin embargo, algunos países ya han comenzado a considerar una alternativa que permitiría que el turismo vuelva a renacer, a un ritmo lento, mientras se mantiene un alto nivel de control: una “burbuja de viaje” entre las naciones.
De esta manera, los tres países bálticos de Europa reiniciarán el movimiento entre sus países la próxima semana. Letonia, Lituania y Estonia han estado en el camino constante hacia la recuperación, y su iniciativa regional es un comienzo en el camino hacia la normalidad.
Sus pasos siguen los planes anunciados por Australia y Nueva Zelanda, dos países que han abordado con éxito el virus, para crear una «burbuja de viaje» entre ellos.
La apertura regional de los estados bálticos permitirá la libre circulación entre sus fronteras a partir del 15 de mayo, según Reuters. Sin embargo, los visitantes internacionales que lleguen aún deberán aislarse durante 14 días después de la entrada. «Es un gran paso hacia la vida normal», tuiteó Jüri Ratas, primer ministro de Estonia.
De esta manera, los primeros ministros del Báltico dijeron que su disposición para reabrir se basa en cómo la región ha lidiado con COVID-19 hasta el momento, y aconsejó al resto de Europa que considere iniciativas similares cuando también estén en condiciones de hacerlo.
«Mostramos un buen ejemplo al afirmar, muy claramente, que solo los países que abordaron con éxito la situación pueden abrirse», dijo Saulius Skvernelis, primer ministro de Lituania.
Hasta el 5 de mayo, las cifras reportadas de nuevos casos de COVID-19 en los tres países bálticos se han reducido a un solo dígito. La tasa de mortalidad desde el comienzo de la pandemia ha sido relativamente baja, con 55 muertes en Estonia, 48 en Lituania y 17 en Letonia.
Esta nueva «burbuja de viaje» probablemente reencuentros muy esperados entre amigos y familiares aislados en los países bálticos desde que entró en vigor la prohibición de viajes.
