Viajamos hasta Colorado (Estados Unidos) para recorrer el impresionante Parque Nacional Mesa Verde, un enclave único del condado de Montezuma que ofrece inmensos bosques, altísimas montañas y acantilados de infarto y es precisamente en uno de estos últimos donde encontramos el tesoro de Mesa Verde. Un poblado abandonado explorado por arqueólogos, científicos y vaqueros a lo largo de los siglos.
Poco queda de los antiguos pobladores que construyeron estas curiosas casas y es que los conocidos como Anasazi, término utilizado por los actuales ciudadanos que significa «antiguos enemigos», desaparecieron sin dejar ningún rastro. Antes de que los europeos llegasen a América, esta civilización asentada en los actuales estados de Arizona, Colorado, Nuevo México y Utah abandonaron sus poblados.
El paso y las inclemencias del tiempo han ido desgastando los edificios, pero al estar resguardados bajo la roca han llegado casi en perfectas condiciones hasta nuestros días, tanto que los primeros exploradores se sorprendieron de su estado. La ciudad conocida como Cliff Palace (Palacio del Acantilado) está construida con arenisca y vigas de madera, fue abandonado entorno al 1300 y tiene una distribución muy concreta.
Las ruinas de Cliff Palace están divididas en 23 habitaciones hundidas en la roca, más de 150 habitáculos y todo envuelto en un gran simbolismo espiritual. Los expertos creen que vivían unas 100 personas y que era un importante centro social y administrativo para todas las tribus de alrededor. También se encuentran dos torres una redonda y la otra cuadrada, esta última fue rehabilitada por los servicios de los Parques Naturales.
Cuando los visitantes llegan hasta las puertas se sorprenden de lo diminutas que son, precisamente, las entradas a las habitaciones, además de la poca altura que alcanzan algunas de estas salas. Esto se deba a que la altura media de los habitantes no superaba el 1,70 metros de altura.
Desde su descubrimiento el Palacio del Acantilado ha sido saqueada en múltiples ocasiones, para protegerlo en 1906 se formó el Parque Nacional Mesa Verde y 72 años después la UNESCO reconoció su valor histórico y lo nombraron Patrimonio de la Humanidad.
Cliff Palace no es el único monumento que podemos visitar en el parque nacional, sino que protegen más de 4.000 restos arqueológicos, entre las que se encuentras decenas de poblados, con viviendas muy primitivas.
Necesitaremos más de un día para conocer los lugares imprescindibles del parque, empezaremos recorriendo las cimas de las mesetas y visitando museos como el Arqueológico de la meseta Chapin o la Casa Spruce Tree. También tenemos la opción de descubrir todos los secretos de Casa Long junto al guardabosques que nos acompaña o conocer los embalses que acoge el parque.