Hemos escuchado mucho sobre lo que piensan los estadounidenses sobre las cosas este año electoral.
Desde por quién van a votar, hasta sus opiniones sobre temas que van desde el cambio climático hasta la atención médica, las encuestas de opinión han gastado innumerables horas y dólares tratando de entrar en la mente del adulto estadounidense promedio.
Y con el día de las elecciones a la vuelta de la esquina, ha salido a la luz una vieja encuesta que tiene el potencial de dividir a los votantes como ninguna otra cosa: la leche con chocolate.
Según una encuesta oficial, un número inquietantemente alto de estadounidenses no está muy seguro de dónde proviene realmente la leche con chocolate. Cuando el Centro de Innovación de Alimentos y Productos Lácteos les preguntó, el 48% de los encuestados admitió que no lo sabía.
Aún más preocupante, el 7% de las personas dijeron que pensaban que la leche con chocolate provenía de vacas marrones.
La encuesta se realizó en 2017 con 1,000 personas mayores de 18 años, pero IFLScience descubrió que si multiplicas esa cifra para toda la población de EE. UU., eso es un alarmante cifra de 16,4 millones de estadounidenses que potencialmente creen que la leche con chocolate proviene de vacas marrones.
La encuesta también vio a los encuestados reconocer en gran número los hábitos secretos de beber leche. Un impactante 37% de las personas dijo que bebió leche directamente del recipiente, y un 29% dijo que usaba a sus hijos como una excusa para comprar leche con chocolate para beber.
Con solo el 5% diciendo que no beben leche en absoluto, si esta encuesta nos dice algo, es que los estadounidenses aman sus productos lácteos y realmente no les importa de dónde vienen.
Por supuesto, como señala The Conversation, no deberíamos tomar la encuesta original completamente al pie de la letra, ya que es imposible saber cómo se seleccionó a los encuestados o cómo se llevó a cabo la encuesta: en línea, por teléfono o cara a cara. , por ejemplo. Tampoco sabemos si hubo opciones para responder a los encuestados, o la redacción de las preguntas.
