Una modelo rusa enfrenta hasta dos años de prisión después de que supuestamente participó en el rodaje de una película para adultos en la cima de un volcán sagrado en la isla indonesia de Bali.
El video fue subido el año pasado y tuvo alrededor de 1.2 millones de visitas cuando finalmente fue retirado porque los balineses locales se enteraron y se enojaron mucho.
El video, en el que la mujer realiza varios actos sexuales en el papel de una guía de montaña, fue retirado de Pornhub, donde se había alojado.
Según Coconuts, se confirmó que el video fue filmado en una ruta de senderismo del monte Batur.
Citaron al jefe del distrito de Bangli, I Gusti Agung Dhana Aryawan, diciendo: «Nuestro oficial encontró la ubicación, específicamente a lo largo de la ruta de senderismo del monte Batur, un poco más arriba del templo Pasar Agung».
«Estamos coordinando con inmigración para averiguar si las personas involucradas todavía están en Bali».
Si bien es bastante probable que todavía no estén en Indonesia, dado que la mujer en cuestión es rusa, si se descubre que aún se encuentran en el país, podrían ser acusadas de indecencia pública en virtud del código penal indonesio (KUHP).
Si son declaradas culpables de eso, podrían enfrentar una sentencia máxima de hasta dos años y ocho meses de prisión.
Este último incidente se produce apenas dos semanas después de que un grupo de modelos fuera expulsado de Dubai tras posar desnudas en un balcón.
El grupo de mujeres ucranianas fue deportado después de pasar nueve días en la cárcel por el truco.
Una de las mujeres, Yulia Ulyanochkina, de 19 años, dijo: «Se nos ha prohibido a todos entrar en los países del Golfo durante cinco años».
De su tiempo en prisión, dijo: «El período de incertidumbre fue el más difícil, cuando te sientas y no sabes si te darán seis meses o te dejarán en libertad. Me pusieron en un colchón sucio. Me puse histérica. Las chicas vinieron una a una. Solo entonces nos dimos cuenta de que estábamos privadas de nuestra libertad. Fue aterrador».
«Las celdas eran horribles. Había muchos presos, el aire estaba húmedo, había hongos en los baños y mucho pelo. Siempre había una luz brillante en las celdas y no había ventanas».
«No sabíamos qué hora era. No había medios básicos de higiene».
