Una momia de 2.000 años de antigüedad, que fue encontrada hace casi 200 años, resultó ser la primera mujer embarazada que ha sido momificada en Egipto. El descubrimiento fue realizado por un grupo de arqueología de la Universidad de Varsovia, en Polonia.
Esta gran revelación a cargo del grupo de la universidad más grande de Polonia fue posible gracias a nuevos escaneos de imágenes en 3D. Estos revelaron que la mujer llevaba un feto que tenía entre 26 y 30 semanas.
La momia se encuentra en exhibición en el Museo Nacional de Varsovia desde el momento en que fue hallada en una tumba en Tebas, en la región del Alto Egipto, a inicios de 1800. La misma data de la época de Cleopatra, durante el primer siglo d.C.
En un principio, y durante mucho tiempo, se creía la momia correspondía al cuerpo de un antiguo sacerdote egipcio llamada Djehuti. Fue recién en el año 2016 cuando se reveló que en realidad se trataba de un cuerpo femenino, cuando una tomografía reveló que no poseía pene.
Ahora, más de cuatro años después de ese hallazgo, el avance de la tecnología de imágenes permitió que el grupo de arqueólogos obtuviera incluso más información.
«Estábamos por concluir el proyecto cuando mi marido Stanislaw, un arqueólogo egipcio, miró a las imágenes de rayos x y vio un pequeño pie en el vientre de la mujer fallecida«, declaró la arqueóloga y antropóloga Marzena Ozarek-Szilke a la Agencia de Prensa Polaca.
«Este es nuestro hallazgo más importante y más significante hasta ahora, una completa sorpresa«, explicó Wojciech Ejsmond, quien forma parte del equipo de investigación y también de la Academia de las Ciencias Polaca, según informó la agencia de noticias Associated Press.
Gracias a la tecnología de imágenes, el equipo pudo identificar un cuerpo completamente preservado en el útero de la mujer y su cabeza les permitió estimar el tiempo de embarazo que llevaba. La mujer, por su parte, se cree que tenía entre 20 y 30 años cuando falleció, y se cree que podría haber sido una figura importante de la época, debido a los amuletos que tenía con ella cuando la encontraron.
Teniendo en cuenta que durante el proceso de momificación se removían órganos importantes como el cerebro, corazón e intestinos, no está muy claro por qué decidieron dejar el feto. Una de las teorías es que quizás consideraban que era demasiado joven para ir solo a la etapa posterior a la muerte.
Respecto a lo que este hallazgo representa, Ejsmond dijo que «abre posibilidades de aprender sobre el embarazo y el tratamiento de las complicaciones en tiempos antiguos«.
