«¿Por qué jugar en un columpio si puedes jugar en un cohete espacial, un submarino, la casa de un caracol gigante, la cabeza de un payaso o un caballo de Troya?«, se preguntan desde el sitio web de Monstrum, la compañía danesa que está detrás de la creatividad y diseño de las áreas de juego más bonitas que hayas visto.
Los diseños de los parques infantiles de Monstrum se basan en historias y quizás eso es lo que más atrae de este tipo de espacios que se apoyan en diferentes paisajes y ecosistemas para ofrecer diversidad de experiencias. Los parques infantiles deben, ante todo, inspirar a los niños a jugar y desafiar sus habilidades motoras y su imaginación. De esta manera, se convierten también en una plataforma social, donde se entretienen todas las edades.
Con base en las artes visuales y el diseño, Monstrum crea áreas de juego que no solo están llenas de desafíos físicos, sino que también inspiran a los niños a jugar al brindarles una escena aventurera, donde hay espacio para la imaginación.
Monstrum
A decir verdad, y según afirman desde la compañía, las creaciones distintivas de Monstrum son más que simples parques infantiles: se trata de esculturas en el paisaje urbano, que cuentan historias y dibujan una sonrisa en los rostros de las personas. Se convierten en hitos en su entorno, provocando la fascinación de grandes y chicos por igual.
¿Qué es lo que hace a estos parques infantiles y áreas de juego tan encantadores? Posiblemente los materiales, el criterio estético y la delicadeza con la que son producidos. El núcleo de la política de sostenibilidad de Monstrum es producir parques infantiles duraderos en madera. La madera es un material cálido y natural al tacto y, por sobre todo, es un recurso natural renovable, ya que desde la firma también buscan inspirar parques infantiles para la próxima generación mientras se protege el medio ambiente.
Valoramos llevar a cabo una operación y producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente y somos conscientes de ello en toda nuestra cadena de suministro.
Monstrum
La compañía con sede en Dinamarca cuenta con un equipo dedicado de arquitectos, diseñadores y artesanos apasionados por brindar valor de juego inspirador a los niños. Para la creación de cada espacio, todo el proceso, desde el diseño hasta la construcción y la pintura final, se ejecuta bajo un mismo techo en la oficina y taller en Copenhague. Esto permite ir modificando o adicionando detalles al diseño durante la construcción.
El tiempo de producción varía según el alcance del proyecto y la capacidad de producción con un estimado de 4 meses desde la finalización de los dibujos técnicos hasta el envío. Antes de que el parque infantil salga del taller, se certificará según las normas de seguridad correspondientes EN 1176/77 o ASTM según el mercado de destino.