Irene O’Shea, una bisabuela australiana de 102 años utilizó su bastón para llegar al avión desde el que saltaría en paracaídas. Es el tercer año que lo hace, y piensa seguir repitiéndolo.
Irene comenzó a saltar de los aviones para crear conciencia y dinero para la enfermedad de las neuronas motoras, una enfermedad degenerativa que mató a su hija, Shelagh FitzHenry, a los 67 años.
La valentía de Irene es un testimonio del amor interminable de una madre y de su dolor sin fin.
Mike Fitz Henry, el marido de la abuelita, dijo que la familia gastó decenas de miles de dólares en el tratamiento con células madre en China, sin ningún resultado.
«Perdí a mi hija por esa terrible enfermedad hace 10 años y la extraño», dijo Irene.
Con la esperanza de ayudar a encontrar una cura para la enfermedad, el salto en paracaídas de Irene el año pasado recaudó 8.600 dólares, y su objetivo es recaudar otros 7.200 de su salto más reciente. El dinero se destinará a la Asociación de Enfermedades de Neuronas Motoras de Australia del Sur, de acuerdo con una página de GoFundMe creada para recolectar donaciones.
Además de todo lo recaudado, es muy posible que Irene se convierta en la mujer con más edad en haber saltado tres veces de un paracaídas.
Celebra sus 94 años con un impresionante salto en paracaídas
Un veterano de la Segunda Guerra Mundial se lanzó en paracaídas por primera vez después de 74 años. Harry Read era un operador inalámbrico de 20 años durante la Segunda Guerra Mundial y parte de la Brigada Paracaidista que aterrizó en Normandía el 6 de junio de 1944.
Read voló desde el aeródromo Old Sarum en Salisbury, Wiltshire y saltó desde 3 mil metros de altura. Hoy celebra 94 años de esta manera! Continuar leyendo…