La nueva tendencia de TikTok que convierte la ruptura en una declaración personal
En un giro ingenioso y llamativo, muchas mujeres están utilizando la brillantina como una forma de empoderarse tras un divorcio o la ruptura de una relación. Esta tendencia, apodada «divorce dust» (polvo de divorcio), ha tomado fuerza en TikTok, donde usuarias como @monicasopenhouse han generando millones de vistas compartiendo cómo transforman su dolor en brillo… literalmente.
Más allá de lo estético, se trata de un acto simbólico con un poderoso mensaje: recuperar el control, marcar límites y celebrar un nuevo comienzo.
¿Qué es el «divorce dust» y cómo surgió?
El «divorce dust» es una mezcla de brillantina que, colocada estratégicamente en objetos de los ex, sirve como táctica para evitar su regreso o simplemente como una forma humorística y creativa de cerrar un ciclo. La TikToker estadounidense Monica, conocida como @monicasopenhouse, volvió viral esta tendencia al llenar cajas de pertenencias de su exesposo con brillantina antes de que él las recogiera.
En uno de sus videos más populares, que ya acumula más de 5 millones de reproducciones, Monica explica emocionada: «Pienso en esto como una especie de polvo protector. Si él intenta volver, sabrá que ya no es bienvenido. Y todo lo que toque, lo recordará con destellos.»
Un «toque de magia» contra relaciones no deseadas
La brillantina, difícil de quitar y fácilmente transferible, funciona como un recordatorio persistente para quien la transporta. En este contexto, se convierte en una metáfora poderosa del recuerdo incómodo que quieren dejar atrás. Algunas usuarias de TikTok incluso han creado kits especiales de “divorce dust” con mensajes personalizables, empaques temáticos e instrucciones para su uso.
¿Es solo una moda o hay un trasfondo emocional?
Lejos de ser una broma pasajera, esta tendencia tiene raíces en las emociones reales asociadas con el duelo, el desapego y el renacimiento tras una ruptura. Psicológicamente, los rituales pueden ayudar a las personas a procesar eventos traumáticos, y en este caso, identificar un punto final simbólico y visual puede ser muy útil para quienes atraviesan un divorcio.
De hecho, expertos en salud mental coinciden en que personalizar la forma en que lidiamos con la pérdida de una relación puede resultar positivo. En este sentido, el «divorce dust» actúa como un reafirmante de identidad y un recordatorio de que el autocuidado también puede ser divertido y creativo.
Una forma poco convencional de establecer límites 
Más que una simple decoración estética, colocar brillantina en las pertenencias de un ex también puede representar un límite físico y emocional. En muchos casos, las mujeres aseguran que este gesto es una forma de decir «no quiero que vuelvas», sin recurrir al contacto verbal directo.
La simbología de la brillantina en este contexto
El brillo tiene múltiples interpretaciones:
- Empoderamiento: transforma un momento doloroso en una expresión personal de fuerza.
- Visualización del ciclo cerrado: marca un límite físico entre el pasado y el presente.
- Creatividad en la sanación: permite canalizar emociones intensas en una actividad significativa.
Además, muchas usuarias han comenzado a compartir sus propios rituales en TikTok, manifestando que este tipo de acciones las ayuda a recuperar su autoestima y recordar su propio valor. La ola se ha extendido más allá de EE. UU., con mujeres en Latinoamérica sumándose al movimiento y adaptándolo a sus propias experiencias.
¿Dónde está la línea entre lo creativo y lo tóxico?
A pesar del entusiasmo con el que muchas reciben la idea del “divorce dust», también han surgido debates en redes sociales. Algunos usuarios opinan que puede interpretarse como pasivo-agresivo o innecesariamente provocador. Sin embargo, las defensoras del movimiento explican que se trata más de una forma de cierre personal que de un ataque directo.
Lo importante es entender el contexto: no todas las rupturas son iguales, y para muchas mujeres que han experimentado relaciones difíciles —incluso abusivas—, este tipo de iniciativas sirven como espacio de reivindicación.
Hacer del proceso de duelo una expresión personal
No por nada los rituales personales están siendo cada vez más explorados para superar separaciones. Según estudios del Journal of Positive Psychology, las prácticas simbólicas ayudan a procesar emociones y fomentar la resiliencia tras experiencias traumáticas. De esta manera, lo que en apariencia puede parecer un “detalle gracioso”, tiene un impacto emocional mucho más profundo.
Una tendencia viral que fomenta la sororidad
El fenómeno del “divorce dust” también ha creado una especie de comunidad virtual entre mujeres, donde comparten anécdotas, se apoyan emocionalmente y celebran sus avances después del divorcio. A través de hashtags como #divorcedust o #divorceparty, miles de videos llenan la plataforma con ideas, consejos y expresiones de sanación.
Esto conecta con otros movimientos en redes sociales donde las mujeres toman el control de sus narrativas, como los eventos de “divorce parties” o incluso mudanzas simbólicas, algo de lo que hablamos en nuestro artículo sobre fiestas de divorcio temáticas.
Desdramatizando el final de una relación 


Al igual que otras expresiones modernas de autoliberación, el «divorce dust» desafía los estigmas tradicionales alrededor de la ruptura. Durante muchos años, las mujeres han sido socialmente condicionadas a ver el divorcio como un fracaso, pero hoy lo están resignificando como una oportunidad para reinventarse.
Reflexión final: no es solo brillo, es mensaje
Aunque a simple vista pueda parecer una acción divertida o extravagante, el «divorce dust» es mucho más. Se trata de una forma de expresión personal que combina simbología, arte, humor y sanación. Independientemente de que uno esté a favor o no de “envolver a tu ex en brillantina”, el fenómeno pone en discusión temas importantes como la autonomía femenina, los límites emocionales y la recuperación del amor propio.
En un mundo donde las relaciones no siempre terminan como se esperaba, elaborar rituales personales como este puede marcar una diferencia en el bienestar emocional. Y si en el camino hay brillo, glitter y algo de glamour… ¿por qué no?