La Guardia Civil denunció a un grupo de siete turistas por una grave infracción medioambiental tras ser sorprendidos nadando junto a un grupo de ballenas en la zona de especial conservación Teno-Rasca, en el sur de Tenerife.

La investigación se inició después de que un vídeo viral en redes sociales mostrara a las personas lanzándose al agua desde una embarcación de recreo para acercarse a los cetáceos. Las imágenes, que se difundieron rápidamente, llevaron al cuerpo armado a identificar y localizar a los infractores, un grupo de amigos que se encontraba de vacaciones en la isla.
Según trascendió, los implicados alegaron desconocer la normativa, aunque la Guardia Civil recordó que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. Las autoridades recalcaron que este tipo de conductas está estrictamente prohibido en la zona, declarada como área de exclusión para la protección de cetáceos.
Las sanciones por este tipo de infracción pueden superar los 600.000 euros, ya que se trata de un espacio de especial relevancia medioambiental: el único santuario de ballenas reconocido por la Unión Europea, que protege a especies residentes y migratorias en aguas de Canarias.
El caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de reforzar la vigilancia y la concienciación turística para evitar prácticas que ponen en riesgo a la fauna marina y al ecosistema de la región.
