Gran noticia para el registro histórico y cultural de la población nativa de Nueva Zelanda. Recientemente, un museo alemán ha anunciado la devolución de piezas de cabezas momificadas y tatuadas pertenecientes a dos hombres maoríes, en un intento por recuperar el patrimonio del país situado en el suroeste del océano Pacífico y garantizar un descanso con «dignidad» a la memoria de los protagonistas.
Estas cabezas, conocidas como Toi Moko, habían sido adquiridas hace más de un siglo y se encontraban situadas y en exhibición en el Museo Etnológico de Berlín desde 1879 y 1905, respectivamente. Las mismas pertenecían a eminentes maoríes y resultaron adquiridas por la administración de dicho espacio mediante el comercio con europeos.
Esta iniciativa de devolución se inscribe dentro del Programa de Repatriación de Karanga Aotearoa, establecido por Nueva Zelanda en el año 2003 y organizado por el museo Te Papa Tongarewa en Wellington, Nueva Zelanda, con el propósito de devolver los restos humanos maoríes y moriori a sus hogares legítimos.
Cabe destacar que, por su parte, los pueblos maoríes y moriori tienen firme la creencia de que devolver las cabezas momificadas a su tierra natal permitirá que los muertos descansen con dignidad. Hasta ahora, se han devuelto alrededor de 400 restos ancestrales indígenas de instituciones internacionales, incluidas Berlín, Ámsterdam y Oxford.
Según datos e investigaciones del Programa de repatriación de Karanga Aotearoa, se estima que otros 600 restos maoríes y moriori aún continúan en el extranjero.
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