Se trata de una impactante fotografía que ha sido elegida como portada a una extensa cobertura que National Geographic ha desarrollado sobre la pandemia de coronavirus. «Cómo las pandemias devastadoras nos cambian» es su título principal, con el cual destaca los efectos adversos a los que nos hemos visto sometidos: «Brotes mortales han afectado a las sociedades durante siglos. Pero pueden conducir a avances médicos, si aprendemos las lecciones correctas de ellos«.
La prestigiosa revista National Geographic ha elegido una cruda foto como portada de su tapa de agosto para acompañar la dureza de los relatos que surgen en torno al COVID-19, una pandemia que, hasta el momento, ha provocado más de 15 millones de infectados y alrededor de 620.000 fallecidos a nivel global.
La cruda imagen ha sido retratada por el fotógrafo Joshua Irwandi y muestra a un cuerpo totalmente envuelto en plástico, sobre la cama de un hospital de Indonesia. El cadáver sería de una presunta víctima de Covid-19, una de las tantas que acumula dicho país asiático.
La fotografía, que fue compartida a través de su cuenta personal de Instagram, alcanzó gran notoriedad casi de manera instantánea, provocando el surgimiento de opiniones encontradas acerca de su impacto.
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El mensaje del fotógrafo elegido por National Geographic
Fotografiar a las víctimas del coronavirus en Indonesia es la fotografía más desgarradora y más espeluznante que he hecho. En mi mente en ese momento, solo pensaba que lo que le sucedió a esta persona bien podría sucederle a las personas que amo, personas que todos amamos.
He sido testigo de primera mano de cómo los médicos y las enfermeras continuamente arriesgan sus vidas para salvar la nuestra. Son los verdaderos héroes de esta historia, y la única forma de apreciar su trabajo es seguir lo que nos aconsejan. Sentimos que era absolutamente crucial que esta imagen se hiciera. Comprender y conectarse con el impacto humano de este virus devastador.
La imagen se publica hoy aquí como un recordatorio y una advertencia del peligro inminente. Para informarnos sobre el costo humano del coronavirus y cómo los gobiernos mundiales han permitido que las cosas lleguen tan lejos. A medida que avanzamos hacia la segunda ola de la pandemia, las personas deben darse cuenta de que no pueden tomar este asunto a la ligera.
Esta fotografía acompaña a un artículo que aparece en la National Geographic Magazine @natgeo en la nueva edición de agosto de 2020. También es la primera vez que veo la imagen impresa. Hay muchas personas a las que agradecer, especialmente @kayaleeberne, en la que esta es la primera historia impresa de NG que editó; @jamesbwellford por reaccionar sobre la historia desde el principio; @andritambunan, @kkobre y @paullowephotography por sus consejos; y por último, pero no menos importante, mi mentor @geertvankesterenphoto por su implacable apoyo desde el primer día.
Me gustaría dedicar esto al personal médico, cuyos esfuerzos desinteresados nos permiten seguir viviendo. Estoy realmente honrado de estar en medio de ellos para contrarrestar esta pandemia. Y a mi difunto tío Félix que, dos años antes de fallecer a principios de este año, me envió un correo electrónico: «Sigue tomando fotos y nunca dejes de informar para que el mundo sepa lo que realmente sucedió». Por favor comparte esta historia y por favor actúa. Esta es la pandemia de nuestra vida. Debemos ganar esta batalla.