“Cuando hay un cambio rápido de altitud, la presión del aire del oído se puede ver afectada (a pesar de que un avión vaya presurizado). Esto produce un vacío en las trompas de Eustaquio y, en determinados casos, puede causar estragos en los tímpanos (por ejemplo, cuando se está resfriado)», explica la farmacéutica Angela Chalmers al diario británico Express.
Se advierte que si el pasajero se duerme mientras aterriza el avión o cuando despega, no va a tragar saliva con tanta frecuencia y será más probable que se le bloqueen los oídos; por lo que hay que evitar que se tapen los oídos.
MedlinePlus, un sitio sobre salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que «si tus oídos permanecen bloqueados, se pueden crear varios problemas de salud como mareos, infecciones, daños en el tímpano y, en el peor de los casos, hemorragias nasales y pérdida de audición«.
El mejor remedio para evitar esas dolencias es permanecer despierto porque “ayuda a mantener los oídos abiertos, logrando igualar la presión del aire en los tímpanos”, indica MedlinePlus
Algunos trucos para destapar los oídos
Los que resultan infalibles: masticar chicle, chupar una pastilla o un caramelo ácido -que nos obliga a tragar más saliva y tomar agua.
La más fácil y rápida: apretar nuestras fosas nasales con los dedos índice y pulgar y fingir que nos sonamos la nariz, o directamente, sacar un papel tisú y sonarnos la nariz. Abrir la boca, mover la lengua y masajearnos la mandíbula y las orejas son otras formas de ayudar a los oídos.