Un suceso que resulta polémico y a la vez desagradable: avistan en Noruega una beluga, cetáceo que habita la región ártica y subártica, con un arnés colocado y nadando hacia Suecia. Aún no ha trascendido el motivo de su presencia y el repudiable «accesorio» en su cuerpo, pero cabe destacar que la beluga está considerada como mamífero marino salvaje protegido mientras esté en aguas noruegas, señaló, y las autoridades han “rechazado todas las consultas y planes de capturarla”.
Una beluga que fue avistada por primera vez hace cuatro años en aguas árticas noruegas con un arnés que parecía de fabricación rusa, y que supuestamente procedía de una instalación militar rusa. El mismo ejemplar ha sido visto cerca de la costa sueca, casi 2.000 kilómetros (unas 1.250 millas) hacia el sur. “Durante las últimas semanas se ha movido deprisa y nadado varios cientos de kilómetros” antes de llegar a aguas ante la costa occidental sueca, indicó Olav Lekve, de la Dirección Noruega de Pesca.
El animal fue avistado cerca de Lysekill, al norte de Gotemburgo, la segunda ciudad más grande de Suecia. Las autoridades suecas no hicieron comentarios en un primer momento.
El mamífero marino fue visto la semana pasada en el fiordo de Oslo, donde las autoridades instaron a la gente a evitar el contacto con el animal para garantizar su seguridad y bienestar. Los observadores de ballenas en Noruega la han apodado Hvaldimir, combinando la palabra noruega de ballena -hval- y el nombre de pila del presidente de Rusia, Vladímir.
El directorio señaló que había riesgo de lesiones para Hvaldimir cuando se reunieron más embarcaciones recreativas de lo normal en el fiordo porque la gente intentaba ver el enorme portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford, que visitó brevemente la capital noruega.
“No hemos recibido reportes del interior del Fiordo de Oslo que nos den motivo de preocupación”, indicó Levke en un email a The Associated Press. En cuando al origen de la beluga, señaló, las autoridades noruegas “tampoco quieren especular sobre ello”.
Según han reportado medios locales, el cetáceo fue descubierto en el año 2019 nadando en un gélido puerto cerca del punto más septentrional de Noruega, donde se convirtió en una atracción para la población local. Al parecer, en aquel entonces el animal estaba tan cómodo con la gente que nadaba hasta el muelle y recuperaba anillas de plástico arrojadas al mar.