La capital de Myanmar, Naypyidaw, tiene 7.054 kilómetros cuadrados, aproximadamente cuatro veces y media el tamaño de Londres (1.569 kilómetros cuadrados).
Pero la ciudad es un pueblo fantasma. Su población es sólo de 924608 personas, imagínate que en Londres en el 2016 se estimaba que había 8,63 millones.
La capital de Myanmar fue trasladada de Yangon a Naypyitaw (que significa asiento del rey), por el entonces régimen militar, en noviembre de 2005.
Se rumorea que costó unos 4.000 millones de dólares poder construir la ciudad, con autopistas de 20 carriles y calles anchas diseñadas pensando en un crecimiento futuro.
Tiene electricidad, campos de golf, hoteles, centros comerciales, y restaurantes/cafeterías con wifi rápido y gratuito, poco común en todo el resto del país.
Sin embargo, a pesar de los miles de millones de la inversión del gobierno, la ciudad ha luchado para atraer a birmanos locales o un números sustancial de turistas.
Los reporteros de The Guardian que visitaron la ciudad en marzo de 2015 dijeron: «Las vastas carreteras están completamente vacías y se respira tranquilidad en el aire».
El fotógrafo Taylor Weidman fue quien se encargó de capturar las calles desiertas de Naypyidaw.