Nuevas medidas para evitar que turistas se suban a la pirámide de Chichen Itzá

chichen-itza
Redactor
¡Valora esto!

Desde esta semana, los visitantes de Chichén Itzá, uno de los enclaves arqueológicos más emblemáticos de México y del mundo, deberán observar la majestuosa pirámide de El Castillo desde una distancia mínima de 15 metros. Esta medida, implementada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), busca preservar la integridad de esta estructura milenaria, símbolo de la civilización maya y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988.

La decisión se enmarca en una serie de acciones orientadas a proteger el sitio ante el creciente flujo turístico y los reiterados casos de comportamiento inapropiado por parte de algunos visitantes. El nuevo perímetro ha sido delimitado con cintas visibles, impidiendo el acceso cercano a la pirámide para reducir el desgaste por erosión, la humedad provocada por el contacto físico y otros factores que afectan su conservación.

image AA1CZjzX

Uno de los hechos más recientes que impulsó esta decisión ocurrió el pasado 31 de marzo, durante el equinoccio de primavera, cuando un turista alemán burló la vigilancia y escaló la pirámide, provocando indignación entre otros visitantes y en redes sociales. Este acto, además de ilegal, pone en riesgo la estructura, cuya conservación requiere un delicado equilibrio entre el acceso público y la protección patrimonial.

Este caso no ha sido aislado. En noviembre de 2022, una turista de origen español también ascendió los 91 escalones del templo pese a las advertencias, y fue recibida con abucheos y gritos por parte del público. La mujer fue detenida brevemente y se le impuso una multa administrativa. Incluso en 2021, otro turista extranjero protagonizó un episodio similar, alimentando el debate sobre la necesidad de reforzar las normas de visita.

Un sitio de incalculable valor cultural

Chichén Itzá se encuentra en el estado de Yucatán y fue uno de los centros urbanos más importantes de la civilización maya entre los siglos IX y XIII. Su nombre significa «Boca del pozo de los Itzáes» y alberga monumentos icónicos como el Templo de los Guerreros, el Juego de Pelota y, por supuesto, El Castillo o Templo de Kukulkán. Esta última es una pirámide escalonada de unos 30 metros de altura, que funciona también como un calendario solar y es famosa por el fenómeno de luz y sombra que ocurre durante los equinoccios, simulando el descenso de una serpiente emplumada.

El sitio arqueológico recibe más de dos millones de visitantes al año, y su popularidad ha ido en aumento gracias a su valor histórico y su imponente belleza arquitectónica. No obstante, este creciente interés ha generado una presión constante sobre sus estructuras, lo que ha llevado al INAH a intensificar sus estrategias de conservación.

Concienciación y responsabilidad compartida

Las autoridades mexicanas hacen un llamado a la responsabilidad de los turistas nacionales e internacionales para que respeten las normas establecidas. Visitar sitios como Chichén Itzá no es solo una oportunidad de admirar el legado de una gran civilización, sino también un acto de respeto hacia el patrimonio de la humanidad. Subirse a las estructuras no solo es ilegal, sino que representa una falta de consideración hacia generaciones futuras que también merecen conocer estos monumentos intactos.

En este sentido, el refuerzo de las medidas de protección no busca limitar la experiencia de los visitantes, sino garantizar que esta joya del mundo precolombino se mantenga en pie durante siglos más. Las visitas guiadas, los centros de interpretación y la información disponible en el sitio permiten una experiencia educativa y enriquecedora sin necesidad de invadir el espacio físico de los monumentos.

¡Valora esto!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *