India y Pakistán y gran parte del sur de Asia, llevan desde marzo soportando temperaturas extremas, llegando a máximas de hasta 50º C. Las altísimas temperaturas en una época tan temprana del año están provocando un gran sufrimiento en la población ya que hasta el momento se han contabilizado cerca de un centenar de personas fallecidas en India y Pakistán.
Además, como consecuencia de la ola de calor y de unas lluvias inferiores a la media, se ha reducido el rendimiento de las cosechas de trigo en India. Esto ocasionó que su gobierno diera marcha atrás a su plan de exportar unos 10 millones de toneladas de trigo como respuesta al déficit causado por la invasión rusa de Ucrania.
Pero eso no es todo. En España, durante el fin de semana pasado, una masa de aire y polvo cálidos provenientes del Sahara han inundado la Península con una ola de calor sin precedentes en los últimos diez años por estas fechas: hasta 38 grados en la mayoría de comunidades.
Y la cuestión tampoco termina aquí sino que también el noreste de Estados Unidos sufre una insólita ola de calor. Cerca de 35 millones de estadounidenses se han visto afectados por temperaturas que han superado los 38 grados en muchos casos. Y no solo eso, sino que también estas temperaturas récord para la época del año disparó el alerta por los incendios.
En todo el suroeste, “el tiempo propicio para incendios vuelve a partes del oeste esta semana con aire muy caliente y seco que se combina con ráfagas de viento”, dijo el meteorólogo de CNN Chad Myers. “Las tormentas eléctricas con muy poca lluvia, pero muchos relámpagos, también serán posibles sobre el terreno muy reseco en el este de Nuevo México, el sureste de Colorado y el oeste de Texas”. Este último estado necesita ayuda desesperadamente. Casi el 30% de Texas está ahora en condiciones de sequía excepcional, el número más alto desde 2012. A principios de año estaba en 0% de sequía.
Cambio climático y ola de calor: ¿existe una relación?
El grupo World Weather Attribution analizó datos meteorológicos históricos que dejan entrever que las olas de calor tempranas y prolongadas que afectan a una zona geográfica masiva son acontecimientos raros que ocurren una vez cada siglo. Pero la situación actual provocada por el cambio climático causado por el hombre provocó que esas olas de calor tengan 30 veces más probabilidades de ocurrir.
Si la temperatura mundial promedio aumenta 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, entonces las olas de calor como ésta podrían ocurrir dos veces en un siglo y hasta una vez cada cinco años, analizó Arpita Mondal, una climatóloga del Instituto Indio de Tecnología en Mumbai, que formó parte del estudio.
Un análisis publicado la semana pasada por la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña señaló que la probabilidad de que ocurriera la ola de calor se incrementó 100 veces gracias al cambio climático y que es probable que tales temperaturas abrasadoras reaparezcan cada tres años.
El análisis de World Weather Attribution es diferente, ya que trata de calcular cómo aspectos específicos de la ola de calor, tales como la duración y la región afectada, se hicieron más probables por el calentamiento global.
“El resultado real se sitúa probablemente entre el nuestro y el de la Oficina Meteorológica (de Gran Bretaña) en relación a qué tanto el cambio climático provocó que este evento se incrementara”, dijo Friederike Otto, climatóloga del Imperial College de Londres, que también participó en el estudio.
Los expertos coinciden en que estas olas de calor ponen en foco la necesidad de que el mundo no sólo combata el cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también se adapte a sus efectos nocivos lo antes posible. Los niños y los ancianos son los que corren más riesgos ante el estrés térmico, pero su impacto también es desmesurado para las personas más carenciadas, que podrían no tener acceso al aire acondicionado o al agua y que a menudo viven en barriadas sobrepobladas que son más calurosas que los vecindarios con más recursos económicos y más áreas verdes.