Este encantador y ecológico proyecto comprende la construcción de una aldea en Camerún, una iniciativa liderada por Warka Water, una organización sin fines de lucro que se enfoca en soluciones innovadoras y sostenibles para colaborar a paliar algunos de los problemas más duraderos de la Humanidad a través de la fusión de conocimientos y recursos locales, diseño visionario y tradiciones antiguas.
Esta ONG es dirigida por el arquitecto italiano Arturo Vittori, quien ha sido galardonado con EL PREMIO DE DISEÑO 2019 en la categoría de ‘IMPACTO SOCIAL’. Según estiman, este ambicioso desarrollo estaría completado para el año 2022. Actualmente está operativo con alrededor de 30 personas, incluidos trabajadores y pueblos pigmeos, cazadores-recolectores de la selva tropical, que viven en el sitio.
La comunidad pigmea de Mvoumagomi vive en lo profundo de la selva tropical. Las carreteras son inexistentes, lo que dificulta el acceso y la comunicación, incluso con la ciudad relativamente cercana de Kribi. Durante la temporada de lluvias, la aldea se ve aislada con mayores peligros de inundaciones.
El pueblo está situado a unos 40 km de Kribi en canoa por el río Lobe. El acceso al pueblo requiere una caminata adicional de media hora a través de espesos arbustos. Los aldeanos de Mvoumagomi viven en comunidades de 30 personas en promedio, 100 personas como máximo.
Allí es precisamente donde se está dando lugar a la construcción de viviendas con materiales locales y naturales y técnicas de construcción locales antiguas. Según explica el arquitecto Arturo Vittori, se utilizan recursos como «tierra, agua, piedra, madera y fibras naturales. La ‘aldea warka’ aspira a transformar el panorama del desarrollo humano integral, utilizando intervenciones de desarrollo multisectoriales de bajo costo, sostenibles, impulsadas por la comunidad y de alto impacto que se adaptan a las necesidades específicas de la aldea«.
Este proyecto, que se encuentra en desarrollo con el inicio de la construcción en la cuenca del Congo, la selva tropical más grande del mundo, desde hace 18 meses, eventualmente formará una comunidad para artesanos locales, sirviendo como un ejemplo de cómo vivir con la naturaleza.
De esta manera, en el pueblo se desarrollarán siete «casas warka» inspiradas en las viviendas vernáculas de la región; dos ‘torres warka’ diseñadas para recolectar y recolectar agua potable del aire; inodoros de compostaje “warka santiation” que funcionan sin descarga de agua; un ‘pabellón warka’; y un ‘jardín warka’ comestible modular que proporciona comida a los residentes.
«Warka Tower está demostrando que podemos recolectar agua del cielo, por lo que el agua no solo proviene del suelo… No se trata de una nueva invención, sino de un antiguo saber hacer que hemos perdido. Mirando hacia atrás, varias culturas han estado adoptando diferentes estrategias para recolectar agua del aire de manera sostenible. warka también ayudará a redescubrir algunas de estas tradiciones perdidas, inspirando a una nueva generación de arquitectos a incorporar estas técnicas en el diseño contemporáneo ”
Arturo Vittori, referente de Warka Water.
Por otra parte, ante la preocupación del manejo de la higiene y salud en la aldea, la incorporación de inodoros de compostaje resultan fundamentales. Los mismos funcionan sin necesidad de descargar agua ni energía. Además, los materiales de compostaje resultantes se pueden utilizar como fertilizante para el «jardín de warka».
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