Lo que comenzó como una tranquila excursión montañosa en España se convirtió en una experiencia aterradora para la investigadora noruega de juegos, Helga Dis Isfold Sigurdardottir, su esposo y un amigo. Perdidos en un bosque denso, donde ni los mapas tradicionales ni Google Maps ofrecían respuestas, el grupo encontró una inesperada solución tecnológica: Pokémon Go.
El grupo había iniciado su aventura confiados en las aplicaciones de navegación convencionales, pero pronto se dieron cuenta de que los senderos apenas eran visibles en los mapas. Tras horas de intentos fallidos para orientarse, Sigurdardottir, experta en juegos, recurrió a su instinto y decidió abrir Pokémon Go.
Para su sorpresa, el mapa del juego reveló rutas y senderos no visibles en Google Maps, que coincidían con su ubicación real. Poco a poco, utilizando las indicaciones del juego, lograron orientarse y regresar a salvo a su punto de partida.
¿Por qué Pokémon Go funciona donde otros mapas fallan?
El secreto está en el sistema que utiliza Pokémon Go: Open Street Map (OSM), una plataforma de código abierto que ofrece información más detallada sobre caminos, senderos y otros elementos geográficos que no suelen aparecer en herramientas comerciales como Google Maps o Apple Maps.
Niantic, la empresa desarrolladora del juego, integró OSM para mejorar la experiencia de sus usuarios, permitiendo no solo capturar pokémones, sino también descubrir lugares de interés, gimnasios y rutas poco transitadas.
Este insólito rescate demuestra que la tecnología y la creatividad pueden ser grandes aliadas en situaciones inesperadas. Para Sigurdardottir y su grupo, Pokémon Go fue mucho más que un juego: se convirtió en su brújula en medio de la naturaleza.
