Sheila, una mezcla de Golden Retriever que vive Buenos Aires (Argentina), ha derretido los corazones de millones de personas en todo el mundo después de que se informara que ha estado esperando pacientemente frente a una estación de policía local desde que su propietario fue arrestada allí, hace más de un año.

Según informes, la perra apareció fuera de la estación de policía en 25 de Mayo, un pequeño pueblo de la provincia argentina de Buenos Aires, poco después de que su dueño fue acusado de asalto el año pasado.

El personal de allí cree que ella debe haber seguido la patrulla en la que estaba su dueño, pero una cosa es segura: una vez que llegó, nunca se fue. No pasó mucho tiempo para que los oficiales notaran su presencia, y algunos de ellos comenzaron a llevarle comida para ganar su confianza.

Sheila fue cautelosa al principio, pero hoy depende de la policía para su sustento, duerme dentro de la estación por la noche y, a veces, acompaña a sus cuidadores en las patrullas. Pero ella siempre vuelve a la estación para esperar a su amo.

«La verdad es que el día que trajimos al hombre a la estación, después de un tiempo, Sheila apareció y nunca se fue», dijo el comisionado adjunto Juan José Martini a Tucumanalas7 News. «Creemos que ella debe haber seguido el coche patrulla. Desde el primer minuto, Sheila, que tiene 4 o 5 años, se quedó fuera del edificio, ganándose de inmediato el amor de todos. Hoy ella es parte de nuestra familia y se ha adaptado tan bien que cuando el personal sale a patrullar las calles a pie, las sigue».

Los policías estaban tan impresionados con la lealtad de Sheila y el amor de su dueño que decidieron dejarla pasar un tiempo con él e incluso dormir fuera de su celda de vez en cuando.

«Ella siempre va a ver a su dueño, e incluso duerme dentro de la estación de policía, es hermoso», dijo un policía.

Hace unos meses, Sheila fue atacada por otro perro, un bulldog, y necesitaba atención médica. El personal de la estación de policía la salvó y la llevó a un veterinario. Fue hospitalizada durante 15 días y todas las facturas médicas estaban cubiertas por la estación de policía. Afortunadamente, se recuperó completamente y pudo regresar a su lugar de espera.

«Supongo que cuando su dueño sea liberado, ella se irá a casa con él, y cuando eso suceda, la extrañaremos», dijo el comisionado adjunto Martini. Sheila aún tiene una larga espera por delante, ya que su dueño está cumpliendo una sentencia de tres años y medio de cárcel. Al menos ella está bien cuidada y puede ver a su maestro de vez en cuando.

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