El Gobierno de Colombia firmó la semana pasada la resolución 350, por el cual se establecen las cuotas globales de pesca de diferentes especies para 2020, según publicó el medio Infobae.
De esta manera, autorizó la caza de tiburones para comercializar sus aletas, algo que despertó la indignación de sectores ambientalistas en el país, así como una parte de la ciudadanía que rechazó la decisión.
El documento especifica que el próximo año estaría permitido pescar 125 toneladas de tiburón y la comercialización de 5.2 toneladas de aletas de la especie Carcharhinus Falciformis, conocido como el tiburón sedoso.
Además, la resolución permite que se pesque otras 350 toneladas de tiburón en el mar Pacífico y se recogieran 9,9 toneladas de las especies Alopias Pelagicus, Alopias Supercilliosus y Sphyrna Corona.
Según el Ministerio de Agricultura, la resolución no representa nada atípico frente a las pasadas reglamentaciones de la pesca de estas especies en Colombia, ya que según ellos desde 2015 se viene estableciendo la misma cantidad.
Sin embargo, la polémica gira en torno a la inclusión entre las especies de tiburón habilitadas para su pesca y comercialización de sus aletas, al tiburón zorro o Alopias superciliosus, el cual se encuentra entre las especies amenazadas en el listado de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES).
Sudáfrica en alerta: ballenas francas australes y tiburones están desapareciendo de las aguas en Cape Town
El número de ejemplares de ballenas francas australes y tiburones está descendiendo notablemente, al punto tal de considerarse la cifra más baja de los mamíferos durante las últimas dos décadas.
Así lo ha indicado una reciente encuesta elaborada por la Unidad de Ballenas del Instituto de Investigación de Mamíferos de la Universidad de Pretoria. Según han manifestado los mismos especialistas, el motivo principal de la desaparición de ballenas francas australes sería el cambio climático como consecuencia del calentamiento global.