El número de ejemplares de ballenas francas australes y tiburones está descendiendo notablemente, al punto tal de considerarse la cifra más baja de los mamíferos durante las últimas dos décadas.

Así lo ha indicado una reciente encuesta elaborada por la Unidad de Ballenas del Instituto de Investigación de Mamíferos de la Universidad de Pretoria. Según han manifestado los mismos especialistas, el motivo principal de la desaparición de ballenas francas australes sería el cambio climático como consecuencia del calentamiento global.

En efecto, por ejemplo, según la Universidad de Pretoria, la población de ballenas en el área habría pasado de ser más de 1,000 ejemplares durante el año pasado en False Bay a alrededor de 200 ejemplares este año.

En consonancia, y lamentablemente, se han registrado considerables ausencias de los tiburones blancos, en False Bay, una ensenada natural entre el océano Índico y océano Atlántico. Estos ejemplares suelen encontrarse frente a la costa este de Ciudad del Cabo, pero lo cierto es que no han observado ni un sólo tiburón en la zona.

Esto genera gran preocupación, en parte porque se debe a un impacto que está afectando de sobre manera al ecosistema marino. En el rubro del turismo también ha sido tomado con sorpresa y desconsuelo, más aún considerando que se trata de un gran atractivo salvaje y de aventura para los visitantes a Sudáfrica: bajar al mar en una jaula, bucear con los tiburones y/o observar las ballenas son algunas de las actividades más comunes en la región.

El grupo que llevó a cabo la investigación indicó «Creemos que las ballenas no están encontrando suficiente comida, debido a los cambios en las condiciones climáticas del Océano Austral, posiblemente relacionadas con el cambio climático«. A su vez, continuaron revelando que esto podría traer consecuencias graves para el mantenimiento de la población: «las ballenas francas comen krill y copépodos y, con poca comida, no pueden almacenar suficiente energía para completar la costosa migración y reproducción. Esto tiene implicaciones para la recuperación de la población«.

Hallan cloro radioactivo en las aguas de la Antártida debido a pruebas de armas nucleares en el territorio

Un equipo de científicos del Centro Europeo de Investigación y Enseñanza en Geociencias y Medio Ambiente (CEREGE), de Francia, han realizado un análisis indicando la presencia de cloro radioactivo en mayores proporciones de lo que se esperaba.

Y la razón de tal descubrimiento podría deberse al uso y prueba de armas nucleares en el territorio de la Antártida. Algo que, sin lugar a dudas, ha generado un notable y consecuente impacto debido a que ya han pasado al menos 60 años de que hayan sido ejecutadas y experimentadas las armas sobre el Océano Pacífico.

En parte, los restos que han sido encontrados en las aguas del continente antártico, deben su origen al operativo que ha sido realizado en el año 1962 y bautizado como “Operación Dominic“. Continuar leyendo…