Si el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa mide menos de 830 metros y el Everest alcanza los 8.848 metros de altura. ¿Qué necesidad tienen los aviones de llegar a los 10.000 metros de altura?
¿Por qué los aviones tienen que volar tan alto? ¿Hace falta irse tan lejos?
La respuesta se asocia a 3 factores muy importantes que influyen sobre tres causas: dinero, seguridad y tiempo.
La primera razón es económica: menos aire equivale a más ahorro, ¿por qué? Cada metro que ascendemos desde la superficie hace que la capa de aire sea más delgada. Los motores de los aviones comerciales son del tipo “turbofans”, y esto quiere decir que tienen mayor impulso a medida que enfrentan menor resistencia de aire.
La segunda razón es la seguridad o mejor dicho, la tranquilidad de los pasajeros. Básicamente esquivar el mal clima. La mayoría de los fenómenos climáticos se dan en la capa atmosférica que va desde la superficie hasta los 10.000 metros de altura. Esto no quiere decir que los aviones no puedan atravesar tormentas, pero igualmente reduces mucho la probabilidad de que el mal clima arruine un viaje tranquilo.
Mikel Abadía, científico del Museo Eureka de la Ciencia de San Sebastián, explica que los pilotos utilizan altímetros de presión para asegurarse que están volando a la altura correcta. También para poder ejecutar de manera precisa la ruta de vuelo planeada, que depende de valores precisos de combustible y presión del aire, entre otros.
Y la tercera razón que también se relaciona con la seguridad, es “el tiempo”. Se preguntarán, ¿tiempo para qué?
En caso de que haya algún problema con los motores o componentes del avión, los pilotos tienen un margen de tiempo para poder solucionarlo. Si el avión estuviera a solo 1000 metros del suelo y sus motores se detuvieran, el impacto sería de inmediato.
La seguridad y la eficiencia en la aviación son claves. Por eso, si alguna vez te preguntaste por qué el avión volaba tan alto es porque el avión consumirá menos combustible y te llevará de forma más segura a tu destino.
