Un viaje en el tiempo: la increíble historia del Fuggerei, el pueblo con alquiler congelado desde hace más de 500 años
En el corazón de Alemania, existe un rincón que parece detenido en el tiempo. Se trata del Fuggerei, un complejo residencial ubicado en la ciudad de Augsburgo, en el estado de Baviera, conocido por tener el alquiler más económico del mundo occidental: tan solo un euro anual . Este precio no ha cambiado desde el año 1520, cuando fue fundado, y se mantiene como un testimonio vivo de solidaridad, historia y visión social.
¿Qué es el Fuggerei y por qué ha captado la atención del mundo?
El Fuggerei es, oficialmente, el complejo de viviendas sociales más antiguo del mundo que aún está en funcionamiento. Fue establecido en 1520 por Jakob Fugger, un poderoso banquero miembro de una de las familias más ricas e influyentes del Renacimiento.
Su visión era clara: construir un hogar digno para ciudadanas y ciudadanos empobrecidos de fe católica que deseaban trabajar y vivir con dignidad. La renta se estableció en lo simbólico: el precio de un Rheinischer Gulden (florín renano) anual, el equivalente a menos de 1 euro en la actualidad.
Hoy, más de cinco siglos después, ese alquiler permanece intacto, lo que convierte al Fuggerei en un ejemplo impresionante de justicia social y sostenibilidad urbana.
Un modelo pionero de vivienda asequible
Mucho antes de que se hablaran de políticas públicas de vivienda, el Fuggerei ya había implementado principios fundamentales para el bienestar comunitario:
- Alquiler accesible: menos de 1 euro por año.
- Viviendas completas: cada unidad tiene aproximadamente 60 metros cuadrados, con cocina, sala, baño y dormitorio.
- Condiciones claras: los residentes deben ser católicos, tener bajos ingresos y comprometerse a rezar diariamente por el alma de Jakob Fugger.
- Comunidad segura: el lugar se cierra cada noche a las 22:00 horas. Quienes lleguen tarde deben pagar una pequeña multa.
Este tipo de reglas puede parecer anacrónico, pero refuerzan el sentido de comunidad y ayudan a mantener el espíritu original del enclave.
Una ciudad dentro de una ciudad
Ubicado en el centro de Augsburgo, el Fuggerei está compuesto por 67 casas, 147 apartamentos y cuenta con su propia iglesia, muros, puertas y hasta un búnker subterráneo utilizado durante la Segunda Guerra Mundial.
Pese a su historia longeva, el barrio no ha quedado congelado en el tiempo. Hoy combina el encanto de la arquitectura medieval con comodidades modernas, permitiendo a sus 150 residentes vivir en plena armonía con la tradición y la modernidad.
Turismo y visitas guiadas 
A diferencia de otros vecindarios residenciales, el Fuggerei es también una atracción turística muy popular de Baviera. Cada año, miles de visitantes se acercan para conocer este ejemplo singular de cómo la riqueza fue utilizada en pos del bien común. Hay distintas opciones para recorrerlo:
- Visitar el pequeño museo dedicado a Jakob Fugger y la historia del complejo.
- Entrar en una vivienda completamente equipada como en el siglo XVI.
- Recorrer el búnker de la Segunda Guerra Mundial.
Además, el ingreso de turistas y donaciones es una fuente secundaria que permite continuar el mantenimiento del Fuggerei sin afectar el bajo alquiler de los residentes.
Para más información y reserva de entradas, puedes visitar el sitio oficial del Fuggerei: https://www.fugger.de/en/fuggerei.html.
¿Quién fue Jakob Fugger y por qué su legado impacta aún hoy?
Jakob Fugger, también conocido como “Fugger el Rico”, fue uno de los hombres más adinerados de la Europa del siglo XVI. Como banquero del emperador Carlos V, su fortuna rivalizaba con la de muchas casas reales.
Lo que lo distingue, sin embargo, no es solo su riqueza, sino su compromiso con la responsabilidad social. Su visión de una comunidad en la que hasta los más pobres pudieran residir dignamente fue revolucionaria para su época. De hecho, algunos historiadores consideran que su obra anticipó los principios modernos del estado de bienestar.
Su legado ha sobrevivido guerras, crisis económicas y siglos de cambios ideológicos. Y el Fuggerei es la prueba tangible de que una inversión con sentido social puede ser verdaderamente eterna.
¿Puede este modelo replicarse en otros países? 
Con el aumento del precio de la vivienda en numerosas ciudades del mundo, muchos se preguntan si sería posible emular este ejemplo. Aunque el contexto actual es bastante diferente, el Fuggerei sirve como fuente de inspiración en iniciativas de vivienda social.
Algunos urbanistas y gobiernos han comenzado a analizar el concepto de alquileres congelados y donaciones filantrópicas para fomentar comunidades accesibles:
- Proyectos similares han sido implementados en Países Bajos y Suiza.
- En Estados Unidos, instituciones como el Lincoln Institute of Land Policy promueven “housing trusts” similares (link).
Sin embargo, uno de los mayores desafíos sigue siendo el compromiso y la visión a largo plazo, algo que la familia Fugger ha demostrado por más de 500 años.
Una joya histórica que mira hacia el futuro
Más allá de su atractivo turístico, el Fuggerei es una lección viva sobre cómo el uso responsable de los recursos puede generar impacto positivo a largo plazo. En tiempos donde la sostenibilidad y la equidad son fundamentales, esta pequeña comunidad en el sur de Alemania ofrece una gran enseñanza.
El hecho de que su modelo aún funcione nos lleva a preguntarnos