Acostumbrada a vivir en la city porteña, mis escapadas de fin de semana se extendían a La
Plata (mi ciudad natal), alguna quinta en las afueras de capital o Mar del Plata cuando por ahí lográbamos mechar algún fin de semana largo.
Ahora viviendo en Italia las posibilidades son infinitas, cuando le cuento a algún italiano que viajamos 400 Km para ir al mar, ponen cara de «¡Que ganas!”, y sí, por eso nos gusta tanto Europa y sus distancias.
El mes pasado estaba haciendo un curso de italiano en una ciudad pequeña en la región de Le Marche. En esta misma región está la ciudad de Ancona, que es la capital de la misma. La cuestión es que es una ciudad portuaria, a orillas del Adriático y de la cual parten los barcos con destino a Croacia.
Elegimos Split (o Spalato en italiano), sacamos los pasajes en la web y el pasaje ida y vuelta desde Ancona salió 90 Euros. Salimos el viernes a las 20 horas y llegamos a
Split a las 6.30 am del sábado. El viaje excelente, no pagamos camarote (son 60 euros más por persona si les interesa) pero hay un salón enorme con sillones para dormir sin problema.
Aconsejo llevar algo de comer y beber, porque como todo puerto/aeropuerto, arriba del barco es caro.
Split es la principal ciudad de la región de Dalmacia y la segunda ciudad con más habitantes del país, después de Zagreb. Es un importante puerto pesquero y base naval del Adriático. La ciudad antigua fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979.
La moneda de Croacia es la Kuna, si no pudieron cambiar en Italia, hay casas de cambio por todos lados. Además los comercios aceptan tarjetas.
Nos hospedamos en el “Downtown Hostel” cerca de la Riva, el paseo marítimo peatonal
llamado “El salón de Split”. Una fila de bares y restaurants lo recorren de punta a punta, con una hermosa vista del Adriático. El paisaje de La Riva y de Croacia en verano es impagable, pero así también es la cantidad de turistas que arriban a dicha ciudad.
Nosotros que fuimos en otoño, no contamos con un clima privilegiado pero si con la tranquilidad que de filas y esperas no íbamos a saber nada.
Llegamos al hostel, dejamos nuestras cosas y arrancamos a buscar un lugar para desayunar. Al no ser temporada, no todos los lugares estaban abiertos, pero el que resaltó por la cantidad de sucursales que tenía es BOBIS, una tienda de bagles (entre otras cosas) donde podemos encontrar infinidad de dulces típicos como el strudel (si bien tiene su origen en Europa Central su larga presencia en Croacia lo ha convertido en un dulce típico), el atrukli (rollitos de pasta rellenos de queso cottage, huevo y crema), la tarta Macarana y el Orehnjaca (un hojaldre de nueces delicioso).
Seguimos camino, nuestro hostel se encontraba dentro del casco antiguo, la ciudad fue
construida a partir del Palacio de Diocleciano. Perderse por esas calles es lo más increíble, y siempre terminas volviendo a uno de los sitios por los que ya pasaste. Luego nos dirigimos a la Catedral de San Domnius y subimos a la torre.
Una vista espectacular nos recibió de todo Split, el clima nos acompañó bastante para poder tomar unas fotos increíbles. El palacio Diocleciano es un monumento histórico de casi 2000 años, muy bien conservado y tiene miles de accesos.
Al lado se encuentran los sótanos (si sos estudiante abonas menos de la mitad), para los
fanáticos, en estos sótanos, ¡se filmó parte de Game Of Thrones! Así también como en la fortaleza de Klis, Baska Voda y el mismo Palacio. Una experiencia increíble.
Otro de los puntos imperdibles de Split es el Monte Marjan, no tuvimos la suerte de poder subir debido al tiempo. Es una colina que se encuentra al oeste de la ciudad y ofrece unas vistas geniales de Split y las islas croatas.
Lo que si hicimos, para que continue nuestra “buona fortuna” es frotar el dedo del pie de la
estatua de Grgur Ninski (Gregorio de Nin). Gregorio de Nin fue un obispo medieval Croata de Nin que se opuso fuertemente al Papa y a los medios de la iglesia e introdujo el croata como lengua nacional en los servicios religiosos. ¡El dedo de la estatua ya está liso y brillante! ¡Esperemos que nos siga la suerte!
Otro destino para visitar a solo 5 km de Split, recomendado por la recepcionista del hostel, son las Ruinas de Salona. Lugar donde pueden encontrar años y años de historia, ya que
antiguamente Salona era la capital de la región. No es un lugar muy visitado pero realmente vale la pena, ver las ruinas del anfiteatro y leer un poco acerca de toda la historia que paso allí deja a cualquier persona impactada.
Volvimos al centro y buscamos para cenar, encontramos un lugarcito pequeño a la vuelta de hostel, donde debo decir, comí las mejores hamburguesas que he probado en toda Europa: MAMA BURGUER. La carne (la cual somos críticos prácticamente en Europa) fue la mejor que probé. Recomiendo este lugar tanto para almorzar/cenar como para el desayuno (las tostadas con queso y huevo se llevan 10 quintines).
Si les interesa salir en la noche, estuvimos recorriendo algunos bares. El más conocido era
FABRIQUE PUB, aconsejo ir temprano ya que se llena sea cual sea la época del año. Para salir de marcha, como dicen mis amigos españoles, recomiendo CENTRAL THE CLUB, un boliche de música trance, grande y en el centro de la ciudad. Los tragos no son muy caros y hay DJ’s todas las noches.
El domingo, liberamos la habitación a las 11 y dejamos las valijas en el hostel y seguimos
recorriendo Split. El teatro, la Riva de punta a punta y almorzamos en un restaurant uno de los platos típicos de Croacia, la Pasticada, es carne de vaca estofado con ñoquis de papa. La carne se marina por un par de noches y luego se estofa a fuego lento durante varias horas en su jugo y después en vino tinto. Se sirve con ñoquis caseros de papas. ¡Exquisito!
A las 18.30 hs emprendimos camino al puerto ya que a las 19.30 hs salía el barco hacia Ancona. Recomiendo, si andan por Italia y tienen unos días libres, ¡hacerse una escapada a este hermoso país! Si tienen más días pueden agregar Dubrovnik o Zagreb.
Un comentario
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