Es probable que si alguna vez te sentaste cerca de la puerta de emergencia de un avión te hayas preguntado qué ocurriría si alguien abriría la puerta en pleno vuelo, como en una película de Misión Imposible.
A las alturas y velocidades extremadamente altas a las que viajan los aviones, abrir una puerta provocaría resultados desastrosos, como una descompresión rápida, que despresurizaría la cabina del avión en segundos.
Esto significa que todos los objetos sueltos y cualquier persona que no lleve puesto el cinturón de seguridad serían succionados fuera del avión. El avión comenzaría a deteriorarse debido a la diferencia de presión, poniendo en peligro la vida de los pasajeros restantes.
La temperatura de la cabina disminuiría rápidamente a niveles que inducen la congelación, y habría menos oxígeno disponible para respirar ya que el aire es más delgado a grandes altitudes, provocando hipoxia, desmayos y probablemente la muerte para quienes no llegaran a utilizar las máscaras de oxígeno. Todo esto en un lapso muy rápido.
Pero las chances de que esto suceda son muy muy bajas.
Afortunadamente la apertura de puertas en pleno vuelo es imposible, primeramente por una cuestión física.
La altitud junto a la velocidad a la que se desplazan las aeronaves hacen que la presión en el exterior sea menor que en el interior. Es como si el aire del interior estuviera continuamente empujando hacia fuera. Las puertas están diseñadas para abrirse hacia dentro, no hacia afuera, de modo que desde ya es casi imposible que se abran por más fuerte que tire una persona.
Las puertas de los aviones comerciales miden aproximadamente un 1 metro de ancho por 1.8 metros de altura, eso significa que, debido a la diferencia de presión, se deberían ejercer 10.9 toneladas de peso para lograr abrirla, eso equivale al peso de 6 hipopótamos adultos.
La única forma de volver esta acción posible es o despresurizando la cabina para disminuir la presión interior, o esperar a que el avión esté a una baja altitud; aunque hay otros mecanismos de seguridad que se aplican al cerrado de las puertas. Las mismas están electrónicamente bloqueadas y, el piloto controla el sistema que las mantiene herméticamente cerradas, por lo que deberían suceder ambas cosas, y sería algo muy extraño.
A pesar de que es imposible que las puertas sean abiertas en pleno vuelo, esto no significa que nadie lo haya intentado nunca: el 6 de Julio del 2021, una mujer fue arrestada por intentar abrir la puerta en pleno vuelo desde Dallas a Charlotte en una aeronave de American Airlines. Aunque obviamente no lo logró y fue detenida por la tripulación a bordo.
Sabiendo que es casi imposible que esto suceda (por no decir imposible), la próxima vez que ese pensamiento pase por tu mente, recuerda este video, relajate y piensa en disfrutar del vuelo.
