La Mezquita Azul es la más importante de Estambul (Turquía) y una de las más visitadas del mundo por su deslumbrante belleza. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii (Mezquita del Sultán Ahmed) y se debe a que fue construida por orden del Sultán Ahmed I e inaugurada en 1617, 6 meses antes de su muerte.
La fachada y los minaretes
Para la fachada se utilizó tanto material, principalmente mármol y piedra, que produjo un desabastecimiento y no fue suficiente para otras obras importantes.
Algo distintivo e imponente de esa mezquita son sus seis minaretes. Al momento de la construcción esto generó mucha polémica ya que La Meca tenía la misma cantidad, el problema se solucionó ordenando construir un séptimo minarete en esa última.
En cada esquina de la mezquita hay un minarete y los dos resanes están al final del espectacular patio. Son columnas acanaladas, con forma de lápiz y cuentan con terrazas.
La mezquita por dentro
Se la conoce como Mezquita Azul debido a su revestimiento que se calcula que tiene 20.000 azulejos de cerámica de Iznik (hechos a mano) colocados en las paredes, pilares, la cúpula y casi todo el interior de la mezquita, eso le da una tono azulado predominante. Los mosaicos tienen más de 50 modelos de tulipanes, los que están en los niveles inferiores tienen un diseño más tradicional, mientras que los de las galerías son mucho más llamativos, con diseños de flores, cipreses y frutas.
En su interior también sorprenden las enormes lámparas que están a una altura muy baja, ya que al momento se la construcción era más cómodo para cambiar las velas. El diseño del lugar logra ue desde cualquier ubicación se llegue a ver y a oír perfectamente al imam cuando dirige el sermón, aun si está llena de gente.
Hay 4 enormes columnas dispuestas para sostener al sistema de cúpulas y medias cúpulas que le dan ese aspecto de cascada tan característico. La columna central tiene más de 23 metros de diámetro y se eleva a 43 metros.
Consejos
Se trata de una mezquita viva, es decir que sigue funcionando para el culto y no es un museo, como por ejemplo la de Santa Sofía en la misma ciudad. Por ese motivo la entrada es gratuita pero permanece cerrada para las visitas durante la homilía o discurso de los viernes.
Para entrar, como en cualquier mezquita, hay que tener en cuenta que hay que descalzarse, llevar los hombros y rodillas cubiertos y las mujeres deberán cubrirse la cabeza.
Durante el mediodía está cerrada al público por lo que se debe visitar temprano o después de las 14 hs.
